Ciudad de México, 24 oct (dpa) – Irregularidad, problemas extradeportivos y la renovación de su contrato: el piloto mexicano Sergio «Checo» Pérez ha vivido una temporada llena de altibajos y espera cerrar con cierta tranquilidad un año más en la Fórmula 1, empezando por el Gran Premio de México de este fin de semana.
Pérez fue el mejor de los «mortales» en 2016 y 2017 al conseguir la séptima plaza del campeonato de pilotos, sólo por detrás de los corredores de las escuderías más poderosas, Mercedes, Ferrari y Red Bull. Además, la temporada pasada le dio a su equipo, Force India, el cuarto lugar entre los constructores junto al francés Esteban Ocon.
Por ello, para este año, se esperaba un mexicano igual de ambicioso, en busca de repetir los buenos resultados por tercer año consecutivo. Pero las cosas no empezaron de la mejor manera en la que, según el mismo Pérez, sería la temporada «más difícil» para su escudería.
El piloto de 28 años arrancó con un undécimo puesto, después cayó al décimo sexto y en la tercera carrera acabó duodécimo. Recién en el Gran Premio de Azerbaiyán fue tercero, su primer y único podio de 2018, un desempeño que no conseguía desde 2016.
Pero los problemas no cesaron para los suyos. En julio, Force India fue declarada «insolvente» y fue rescatada unas semanas después, gracias a un consorcio de inversores liderado por el multimillonario canadiense Lawrence Stroll, padre del piloto Lance Stroll.
La renovada Racing Point Force India mantuvo para sus pilotos, Pérez y Ocon, sus puntos conseguidos hasta entonces, pero no los que había conseguido la escudería en el campeonato de constructores.
Al alcanzar el reces tras el Gran Premio de Hungría, después de sumar en cuatro de las últimas ocho carreras, el mexicano aceptó que «necesitaba mucho» una pausa.
«Han sido unos meses muy duros en la parte mental, he hecho de todo menos enfocarme en ser piloto y aun así estamos dentro de los 10 en el campeonato de pilotos. Entonces creo que vamos a regresar más fuertes para la segunda parte», expresó en su momento.
Y sus palabras se cumplieron. Pérez cosechó una buena cantidad de puntos tras el receso. Fue séptimo en dos ocasiones, quinto y octavo una vez, además de un décimo puesto. Pero la carrera de Singapur despertó las alarmas nuevamente.
Pérez finalizó en el puesto 17 tras chocar dos veces: primero contra Ocon. El mexicano se mantuvo en la carrera, contrario al francés, pero posteriormente tuvo un choque con el automóvil de Serguéi Sirotkin, de Williams, por el que fue multado.
El choque con el francés reavivó por un momento su pasado reciente: en 2017 Ocon y Pérez se enfrascaron en un duelo subido de tono a pesar de ser compañeros. Sin embargo, Ocon descartó que las rencillas se hubieran reavivado. «No es la misma situación del año pasado, cambiamos página desde entonces y eso es todo», declaró.
El piloto de Racing Point Force India tuvo otro momento de felicidad en la segunda parte de la temporada, al anunciar la semana pasada de su renovación por una año más con su escudería actual.
«Hemos logrado muchos éxitos en las últimas cinco temporadas, pero creo que lo mejor está por venir. La nueva inversión con la que goza el equipo me llena de confianza y estoy muy emocionado por el futuro», dijo
A pesar de que Pérez marcha octavo en el campeonato de pilotos, superado por cuatro puntos entre los «mortales» por Nico Hülkenberg de Renault, el mexicano ve con optimismo lo que viene en el cierre del año.
«Correr en México es lo más destacado de la temporada para mí. La emoción es la misma cada vez que regresamos. Cuando veo las gradas ocupadas, me siento muy orgulloso y el apoyo de la gente es fantástico», explicó.
«Tener a mi familia y amigos a mi alrededor ayuda a que esta carrera sea aún más especial. Tengo muchas ganas de darles a todos un buen resultado para celebrar el domingo», finalizó el mexicano, que fue octavo, décimo y séptimo en 2015, 2016 y 2017 respectivamente corriendo en las pistas de su país natal.
Por Manuel González Vargas (dpa)