(dpa) – El amarillo, naranja y rojo de los árboles en otoño se exhibe esplendoroso. Sin embargo, el verdadero valor del follaje no tiene nada que ver con su color, sino con su descomposición en compost.
Es que, de hecho, el mejor recurso para tener plantas sanas se encuentra de manera gratuita en nuestros propios jardines y cocinas.
Se trata de residuos verdes que se convierten en abono en un compostador y también en nueva tierra para un suelo más rico. Esto se debe justamente a que los nutrientes de los restos vegetales no se pierden durante este proceso.
Especialmente en otoño, el compostaje puede merecer la pena, porque el voluminoso follaje de los árboles tiene que ir a parar a alguna parte. Sin embargo, la proporción de hojas en el compost no debe ser demasiado elevada, ya que estas suelen pudrirse de mala manera.
Colocar correctamente el compost en capas
Por ello, siempre hay que poner solo capas más bien delgadas de hojas en el compost, alternadas con otros materiales como residuos verdes, restos de cocina compostables o astillas de madera de la poda.
Según la Cámara de Agricultura de Renania del Norte-Westfalia, las hojas de nogal, roble, castaño y álamo deben triturarse antes del compostaje para acelerar la descomposición. Algunos expertos aconsejan incluso triturar todas las hojas.
Los aparatos para triturar pueden ser alquilados a veces en los mercados de materiales de construcción. O bien, al cortar el césped, pase el cortacésped sobre las hojas que se encuentran sobre la hierba.
De esta manera, se trituran directamente e incluso se mezclan con los recortes de césped, una mezcla óptima para el compost. Como alternativa, puede poner las hojas en un recipiente grande, como un bidón para el agua de lluvia vacío, y triturarlas con la desbrozadora.