SEVILLA/OVIEDO, 19 Sep. (EUROPA PRESS) La periodista congoleña galardonada este año con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, Caddy Adzuba, ha valorado este viernes en una videoconferencia llevada a cabo en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), la importancia de visibilizar el conflicto que sufre la República Democrática del Congo desde hace más de 20 años, en el que este premio ha sido una «oportunidad» para recordar a la comunidad internacional la persistencia del mismo.
En la videoconferencia, la periodista que trabaja en una de la radio de Naciones Unidas en el país en conflicto, ha manifestado que «no podemos quedarnos de brazos cruzados» ante la permanencia de la situación que vive el país que hasta ahora «ha quitado la vida a seis millones de personas y la dignidad a más de cientos de mujeres por violaciones» debido a que en el país «la violación es utilizada como arma de guerra».
Asimismo, ha hecho un llamamiento a los medios de comunicación a que visibilicen este tema para «concienciar» a la comunidad internacional y autoridades de las condiciones que sufren mujeres y niñas en este territorio para que así tomen «decisiones políticas» para acabar con el conflicto ya que como ha criticado la periodista «ellos tienen información sobre lo que se vive aquí y comprenden los medios que existen para poder acabar con esta situación».
La periodista congoleña, de unos 33 años de edad, ha respondido en una pregunta sobre la realización de una denuncia a la Corte como herramienta para visibilizar el conflicto, que la labor de los periodistas es «informar, no tomar decisiones políticas», por ello ha explicado que a través de los medios de comunicación se puede hablar de la situación de su país «ayudar a los políticos a poder seguir el conflicto tal y como nosotros lo vivimos para que esto tenga un impacto en las decisiones de los mismos».
DIFÍCIL BUSCAR CULPABLES
Adzuba ha señalado que hasta ahora se encuentran investigando los culpables de los crímenes, sin embargo «está siendo difícil» por la forma en el que se lleva a cabo la violencia, ya que «usan la violencia sexual» como «arma de guerra» y es difícil saber quién es exactamente si «soldados de a pie, grupos armados que invaden un territorio, quiénes son los responsables de estos grupos».
A la par ha explicado la inestabilidad del gobierno congoleño y que las investigaciones en África «tardan mucho en resolverse», ya que hay intereses a nivel internacional «muy importantes», como por ejemplo el tráfico ilegal de sustancias como el petróleo, que interesan a «otros actores internacionales» los cuales no son solo «políticos sino también económicos», por lo que depende del tipo de personas que están a cargo del conflicto.
Por ello, Abzuba ha destacado que es importante «el deber de informar de los intereses ocultos para que nos dejen vivir en paz y que vean que nuestro derecho a la vida y a la libertad ha sido negado». La periodista ha explicado que el resultado de la «inestabilidad del país da lugar a que se produzcan actividades ilegales por lo que hay que ayudar a los estados a dar estabilidad para poder garantizar la seguridad ya que sino pueden siempre habrá gente fuera que tengan intereses en el mismo».
VENTA DE ARMAS
La galardonada periodista ha denunciado que en el Congo «sigue existiendo un gran problema y es que los grupos armados utilizan armas cuando nuestro país no tenemos fábricas de las armas que se utilizan. por lo que proceden de países como China, Alemania, Francia, Rusia». Abzuba ha criticado que hay una «gran cantidad» de armas que circulan por el país y que no se sabe «de donde pueden venir esas armas», lo que es un «problema para la comunidad internacional».
La periodista ha manifestado también la existencia de grupos armados en el Congo que ocupan las zonas mineras de manera ilegal y que son quienes vienen armados «hasta los dientes». Además ha asegurado que «hay multinacionales que financian a estos grupos a cambio de que ocupen las zonas mineras y las exploten».
A raíz de esta cuestión, ha señalado que el asunto de las zonas mineras es una «cuestión espinosa» por que las personas se abastecen las necesidades básicas a través de la explotación de estas minas. En este caso, el Estado tiene el monopolio de la explotación minera y le da licencias a las empresas para explotarlas.
Sin embargo, la periodista ha explicado que el estado no puede vigilar todo el espacio donde hay minas porque hay minas que se crean de manera ilegal a través de los grupos armados.