(dpa) – Las palabras suenan como de otro mundo. «tlhIngan Hol vI-ghoj. ¡Y ahora todos juntos!», dice el profesor Lieven L. Litaer a sus alumnos, que se esfuerzan por pronunciar este difícil idioma. Es un idioma áspero y tosco, pero quieren aprenderlo. Es la lengua de los extraterrestres klingon. «El klingon es completamente diferente a todo lo que uno está acostumbrado», afirma Litaer. «Aprenderlo es muy divertido», añade.
Alrededor de 70 «trekkies» repiten la oración propuesta por el profesor, que en español significa «Yo aprendo klingon». Los fanáticos de la serie «Star Trek«, conocidos como «trekkies», viajaron desde distintas partes de Alemania y el extranjero a la ciudad germana de Saarbrücken para el entrenamiento.
Aprenden el nuevo idioma en el interior de un salón que se asemeja a una nave espacial. Litaer brinda este curso de varios días desde hace más de 20 años. Según dice, es actualmente el más grande del mundo.
«Es un idioma muy cool», afirma Joanna Kozlowska, de la ciudad de Karlstad, en Suecia. No le molesta que este idioma no se hable en ningún país. «Lo estoy aprendiendo justamente porque no lo hablan muchas personas. Es una especie de idioma secreto en nuestra sociedad», dice. El klingon es difícil a propósito, para que no sea fácil de aprender. «Pero tampoco es tan difícil», afirma Kozlowska, y muestra orgullosa su nombre en klingon, «Qeb’o».
También el inventor del idioma, el científico estadounidense Marc Okrand, llegó desde Washington. El hombre, de 74 años, desarrolló el idioma de los klingon hace unos 40 años por encargo de los estudios Paramount Pictures para la serie «Star Trek». Y con un sistema muy claro. La construcción de la oración es objeto, verbo, sujeto. No hay tiempos verbales, los verbos no se declinan. Pero hay muchos pronombres y sufijos.
«Nunca hubiera pensando que tantas personas iban a querer aprender klingon», dice Okrand, quien participa de todos los cursos en Alemania desde el décimo. Él es el único que crea palabras para el Klingon Language Institute, y otra vez trajo nuevos vocablos para los fans: bikini, sandalias, sostén, abeja y pulóver de cuello alto. También creó, a pedido de los fans, la palabra en klingon para Ucrania: ‘uqrayI’na.
«El vocabulario de la lengua klingon se duplicó en los últimos 20 años», afirma Litaer. Según el último recuento, la lengua artificial comprende ya casi 5.000 palabras. Y el interés por ella no deja de crecer, sostiene el experto en klingon. «Creo que ahora hay cientos de personas que hablan klingon. Y hay miles de personas que lo están aprendiendo», señala. En su opinión, esto también se debe a que en los últimos años hubo cada vez más series nuevas.
Thiago Matos, que llegó al curso desde la ciudad alemana de Böblingen, tiene una explicación para el hecho de que tantas personas estén aprendiendo klingon hoy en día: «Durante la pandemia de coronavirus, cuando la gente tenía más tiempo, muchos se toparon con el klingon». Él fue uno de ellos. Este ingeniero comenzó a aprenderlo a principios de 2020, y hoy ya está prácticamente en el nivel más alto. «Amo este idioma. Vuelve más simples mis pensamientos», dice.
El germanista Franz Januschek afirma en Flensburgo que aprender klingon solo tiene sentido si uno se divierte y quiere compartir la experiencia con otros hablantes de klingon en el mundo. «Una aplicación práctica no tiene», reconoce. A diferencia del esperanto, que fue desarrollado con la esperanza de que fuera fácil de aprender para todo el mundo, el klingon nació difícil a propósito, explica.
Andreas Schrankel, otro alumno, quien visita el curso por primera vez, cree que la gramática no es tan difícil. Para el informático y desarrollador de software de Krefeld es más difícil aprender las palabras. Y para Volker, de Berlín, es interesante aprender, además del idioma, algo sobre la cultura klingon.
Aprendió, por ejemplo, que a los klingon les gusta la claridad. «El klingon es un idioma muy directo y concentrado», dice Litaer, quien es arquitecto. Asegura que aunque no haya una palabra para «por favor» o fórmulas de cortesía, el klingon no es un idioma poco amable. También dice que los klingon tienen sentimientos. «No besan, sino que ‘muerden’. Y para decir ‘te amo’, tienen una formulación que es algo así como ‘no te odio'», añade.
Por Birgit Reichert (dpa)