Fráncfort, 7 jun (dpa) – Impulsada por el aumento del consumo privado y la mejora de las exportaciones esperada a partir del segundo semestre del año en curso, la economía alemana está recuperando poco a poco el equilibrio tras un periodo de dos años de debilidad, constató el Bundesbank.
«Los hogares privados se benefician del fuerte aumento de los salarios, el descenso gradual de la inflación y la estabilidad del mercado laboral», declaró hoy el presidente del banco central alemán, Joachim Nagel, al explicar las previsiones económicas semestrales de su banco.
En el primer trimestre, la economía alemana sorprendió con un crecimiento del 0,2 por ciento, apoyada por las exportaciones y el aumento de la inversión en construcción.
Para el conjunto de 2024, el Bundesbank espera que la producción económica alemana crezca un 0,3 por ciento. En diciembre, se preveía que el producto interior bruto (PIB) real aumentara un 0,4 por ciento.
A medio plazo, los economistas del banco central esperan un crecimiento ligeramente superior, del 1,1 por ciento (previsión de diciembre: 1,2 %) en 2025 y del 1,4 por ciento (1,3 %) en 2026.
La tasa de inflación en Alemania sigue bajando, pero a un ritmo algo más moderado. El Bundesbank prevé una tasa de inflación del 2,8 por ciento este año y del 2,7 por ciento en 2025, calculada según el método europeo (IPCA).
Las previsiones de diciembre habían pronosticado cifras ligeramente inferiores: 2,7 para 2024 y 2,5 por ciento en 2025. La previsión de inflación del Bundesbank para la mayor economía europea para 2026 se mantiene sin cambios en el 2,2 por ciento.
«Los precios de la energía y los alimentos, en particular, están disminuyendo considerablemente este año», explicó el Bundesbank. «Sin embargo, la inflación está demostrando ser obstinada, especialmente en los servicios. El fuerte aumento de los salarios y la consiguiente presión sobre los costes están desempeñando un papel importante en este sentido».
El Banco Central Europeo (BCE) aspira a la estabilidad de precios en toda la eurozona a medio plazo, con una tasa de inflación anual del dos por ciento.
Unas tasas de inflación más elevadas reducen el poder adquisitivo de los consumidores. Por tanto, pueden permitirse comprar menos por un euro.
Tras la decisión del Consejo de Gobierno del BCE de recortar los tipos de interés el jueves, Nagel reafirmó la cautela ante nuevas bajadas: «En lo que respecta a los recortes de los tipos de interés, en el Consejo de Gobierno del BCE no llevamos el piloto automático».