La cadena de restaurantes BrasayLeña, que el pasado ejercicio vendió más de un millón de kilos de carne a través de sus 23 restaurantes, se ha convertido en la franquicia que popularizó la picanha en nuestro país.
Las cifras le respaldan. En total 50 toneladas vendidas,25% más que el año anterior, de este corte típicamente brasileño y que se caracteriza por una jugosidad excepcional. Pero no solo la picanha es la estrella de estos rodizios brasileños. BrasayLeña vendió el año pasado en sus restaurantes más de 900.000 kilos de carne y facturó un 23% más que el ejercicio anterior.
Una historia familiar con más de 40 años ligados a la carne
La cadena de restaurantes BrasayLeña, que proviene de más de 40 años de experiencia en la industria cárnica, ofrece en sus locales hasta 15 tipos de carnes distintas de res, ave, o cerdo, con cortes muy demandados por los amantes de la carne, y aun relativamente difíciles de encontrar en nuestro país); como la mamiña, (perfecto para asar a la brasa) o la entraña (típica en los asados brasileños y argentinos).
Carnes procedentes en un 80% de productores nacionales, seleccionadas en instalaciones de la zona Centro, Galicia, Extremadura y Castilla León y un 20% de producto internacional importado desde Alemania, Francia e Inglaterra.
Y para este año 2017, la previsión de la compañía es vender un 23 % más que durante el ejercicio anterior. Este hecho es posible gracias al incremento de visitas que está observando la compañía desde el comienzo del año, así como a unas optimistas previsiones de expansión. Concretamente, la compañía ha anunciado ya que, a lo largo del primer trimestre del año, abrir 5 nuevos locales, ubicados en: Madrid (2); Murcia, Mataró (Barcelona) y Canarias (tres de ellos franquiciados y dos propios).
Una marca mítica para los amantes de la carne
Desde su fundación, hace ocho años, BrasayLeña es la única cadena de restauración en España de carnes asadas al estilo rodizio. En sus establecimientos, el cliente puede degustar una amplia variedad de cortes distintos de carne, asados igual que en Brasil, servidos en el plato por churrasqueros especializados en el corte de la carne, así como una gran variedad de acompañamientos, postres y bebidas típicas del país.
Y todo ello en un ambiente en donde prima la vegetación y los jardines verticales, en clara alusión al bosque brasileño, con materiales nobles como las maderas claras de roble, una iluminación más ecológica en base a led y con suelos de azulejo tradicional como un guiño a la tradición brasileña.