MADRID, 24 Dic. 2019 (Europa Press) – El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha indicado este martes que Bolivia ha reducido «considerablemente» su «vigilancia extrema» sobre la Embajada mexicana en La Paz después de que el país norteamericano se quejara.
«Tengo noticias de que se aminoró considerablemente esta situación de vigilancia extrema en nuestra Embajada en Bolivia», ha dicho López Obrador interrogado por este asunto en la rueda de prensa diaria, según informan los medios mexicanos.
El Gobierno mexicano denunció el lunes que desde el pasado 11 de noviembre hay una «presencia excesiva» de agentes de los servicios de seguridad e Inteligencia de Bolivia en torno a la Embajada y a la residencia oficial de México en La Paz.
México indicó que supone una «falta de cumplimiento de la Convención de Viena», que declara «inviolables» las misiones diplomáticas, instando a Bolivia a «respetar y cubrir cabalmente» sus obligaciones conforme a este tratado internacional.
«México confía en que se respetará la inviolabilidad (…) y se llevarán a cabo las medidas correspondientes para garantizar el resguardo y la protección de la integridad física del edificio de la misión diplomática tanto interior como exterior, así como de los agentes diplomáticos acreditados», dijo el Ministerio de Exteriores.
El ex presidente boliviano Evo Morales también denunció que las nuevas autoridades de la nación andina, «al estilo de la dictadura militar», han «cercado» la sede diplomática con policías y ‘drones’ para «amedrentar y poner en riesgo la seguridad los asilados».
Los ex ministros de la Presidencia y de Culturas con Morales, Juan Ramón Quintana y Wilma Alanoca, se encuentran asilados en la Embajada de México en La Paz. El Gobierno boliviano ha solicitado la entrega de ambos, pero México no ha satisfecho la demanda.
La relación entre México y Bolivia se ha deteriorado desde que López Obrador dio asilo a Morales. El líder indígena dimitió el pasado 10 de noviembre y huyó a México. Allí paso casi un mes hasta que, tras una breve escala en Cuba por razones médicas, recaló en Argentina, donde se quedará como refugiado.
Una de las cuestiones que más molestó al Gobierno de la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, fueron las declaraciones políticas de Morales desde México. Así, las autoridades bolivianas han confiado en que Argentina no le dé también «un micrófono abierto».
Morales dimitió después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) confirmara «irregularidades» en las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre. El antiguo mandatario considera que ha sido víctima de «un golpe de Estado» y no reconoce a Áñez.
El MAS de Morales y el nuevo oficialismo han llegado a una acuerdo en el Congreso para celebrar nuevas elecciones presidenciales en 2020 vetando expresamente al líder indígena como posible candidato, por lo que se limitará a ser el jefe de campaña del MAS.