Berlín, 10 ene (dpa) – Tres semanas después del atentado terrorista perpetrado en un mercado navideño de Berlín, destacados miembros del Gobierno alemán, entre ellos la canciller Angela Merkel, abogaron este lunes por acometer reformas legales e intensificar la vigilancia de islamistas potencialmente peligrosos para la seguridad del país.
«El reciente ataque en Berlín nos exige actuar con rapidez, actuar de forma correcta y no sólo limitarnos a hacer anuncios, sino que realmente nos exige también tomar partido», dijo Merkel en la ciudad de Colonia durante el congreso anual de la Administración Pública alemana.
La mandataria señaló que urge declarar a países como Argelia, Marruecos y Túnez Estados seguros, con el objetivo de que los ciudadanos provenientes de los mismos no puedan presentar una petición de asilo en la primera economía europea.
Asimismo, la canciller insistió en que la deportación de peticionarios de asilo cuya solicitud ha sido rechazada debe acometerse con rapidez.
Por su parte, el ministro de Justicia, Heiko Maas, se mostró partidario de que se pueda dictar una orden de prisión provisional contra presuntos yihadistas superior al periodo de 18 meses que actualmente contempla la ley y también en el caso de que los sospechosos no hayan cometido un delito concreto.
El político socialdemócrata insistió en la necesidad de que las personas potencialmente peligrosas, es decir, aquellos extremistas a quienes las autoridades creen capaces de perpetrar un atentado, sean sometidas a una intensa vigilancia que incluiría también la utilización de tobilleras electrónicas.
«Debemos hacer todo lo posible para tener bajo control a personas potencialmente peligrosas, también antes de una posible condena. En este sentido, la utilización de tobilleras electrónicas no debe ser un tabú», dijo el ministro en declaraciones a dpa.
Maas apuntó también que la justicia alemana debería poder detener preventivamente a aquellos islamistas potencialmente peligrosos y sin derecho de asilo que provengan de países cuyas autoridades se nieguen a colaborar con los organismos alemanes.
En este sentido, desde el Ejecutivo alemán pretenden acometer mejoras en materia de seguridad que eviten que se pueda repetir un atentado como el perpetrado el pasado 19 de diciembre y que se cobró la vida de 12 personas e hirió a medio centenar.
El autor del ataque, el joven tunecino Anis Amri, había sido calificado como potencialmente peligroso por las autoridades y contra él se había emitido una orden de expulsión del país que finalmente no fue cumplida por falta de colaboración de las autoridades de su país de origen.
La oposición ha criticado la propuesta del Ministerio de Justicia del país. La número uno del partido Los Verdes, Simone Peter, entiende que la utilización de las tobilleras electrónicas como respuesta al atentado de Berlín es «problemática».
«Al igual que decimos que la videovigilancia puede ser razonable en áreas sensibles pero que una utilización amplia de la videovigilancia no tiene base legal, aquí digo que soy contraria a recrudecer todas las posibles leyes», señaló la política en la televisión pública alemana.
Por Sebastian Engel y María Prieto