Berlín, 11 ene (dpa) – Tres semanas después del atentado perpetrado en un mercado navideño de Berlín, los ministros de Interior y de Justicia de Alemania, Thomas de Maizière y Heiko Mass, acordaron este martes un paquete de medidas para actuar con mayor contundencia contra potenciales terroristas que amenazan la seguridad del país.
«No podemos prometer a los ciudadanos una protección total frente a actos terroristas pero sí podemos hacer todo posible para evitar que un caso Amri se repita», declaró el responsable de la cartera de Justicia de Alemania, citando el nombre del autor del ataque que recientemente se cobró en Berlín la vida de 12 personas.
En una comparecencia conjunta ante la prensa, los dos políticos anunciaron la introducción de modificaciones legales que facilitarán la detención de potenciales islamistas antes de ser deportados a su país de origen.
Entre otras medidas, el Gobierno de coalición de Angela Merkel acordó la introducción de tobilleras electrónicas para vigilar a los potenciales terroristas.
Además, los ministros alemanes planean imponer una obligatoriedad de residencia que intensificaría el control sobre peticionarios de asilo que facilitan a las autoridades alemanas datos falsos sobre su identidad.
«En tiempos difíciles, el Gobierno es capaz de lograr resultados razonables para una mayor seguridad de los ciudadanos sin interfereir de manera desproporcionada en las libertades», declaró el ministro del Interior, Thomas de Maizière.
Por su parte, Mass insistió en que un Estado de derecho fuerte «es la mejor respuesta al odio de los terroristas».
En relación a las negociaciones con los países de origen de donde provienen los solicitantes de asilo, desde Berlín señalan que se contemplan conversaciones en todos los ámbitos políticos, también en el referente a la ayuda al desarrollo.
En este sentido, desde el Ejecutivo alemán pretenden acometer mejoras en materia de seguridad que eviten que se pueda repetir un nuevo atentado terrorista en el país.
El autor del ataque, el joven tunecino Anis Amri, había sido calificado como potencialmente peligroso por las autoridades y contra él se había emitido una orden de expulsión del país que finalmente no fue cumplida por falta de colaboración de las autoridades de su país de origen.
Las autoridades responsables de la seguridad en Alemania han contabilizado hasta el momento 548 potenciales terroristas. De ellos, la mitad no residen en Alemania y contra 62 pesa una orden que les obliga a abandonar el país centroeuropeo.