Wiesbaden, 12 abr (dpa) – La inflación en Alemania cayó en marzo al 2,2 por ciento interanual, el nivel más bajo desde hace unos tres años, informó hoy la Oficina Federal de Estadística, confirmando los datos preliminares dados a conocer a comienzos de mes.
«La situación de los precios de la energía y los alimentos frenó la tasa de inflación por segundo mes consecutivo», explicó la jefa de la autoridad estadística alemana, Ruth Brand. «En marzo de 2024, los alimentos eran más baratos para los consumidores que un año antes, por primera vez desde febrero de 2015».
La tasa de inflación general en marzo fue la más baja desde mayo de 2021, cuando también fue del 2,2 por ciento. Antes de eso, la cifra fue más baja en abril de 2021, con un dos por ciento. En febrero del año en curso, la inflación se mantuvo en el 2,5 por ciento y en enero en el 2,9 por ciento.
Según el economista jefe del banco Dekabank, Ulrich Kater, la gran oleada de inflación ha terminado. «El pánico inflacionista total, que con razón prevaleció en parte de la población, ha quedado atrás», declaró recientemente el economista a la agencia de noticias financieras dpa-AFX.
En marzo, la gente pagó un 0,7 por ciento menos por los alimentos que un año antes. La energía se abarató un 2,7 por ciento a pesar de la expiración de los frenos al precio de la energía a principios de año y del aumento del precio del CO2 a 45 euros por tonelada emitida. Los servicios se encarecieron un 3,7 por ciento.
En comparación con febrero, los precios al consumo subieron un 0,4 por ciento en marzo.
De media para el año, los principales institutos de investigación económica esperan que la inflación se ralentice significativamente hasta el 2,3 por ciento, tras el 5,9 por ciento del año pasado.
Unas tasas de inflación más altas reducen el poder adquisitivo de los consumidores. Como consecuencia, muchos consumidores recortaron gastos el año pasado. El consumo privado fracasó como motor de la economía.
El Banco Central Europeo (BCE) aspira a la estabilidad de precios en la eurozona y Alemania a medio plazo, con una tasa de inflación del dos por ciento. Tras una serie de subidas de los tipos de interés en la lucha contra una inflación temporalmente elevada, los economistas esperan en general una bajada de los tipos de interés en junio.
Unos tipos de interés más altos encarecen los préstamos, lo que puede frenar la demanda y contrarrestar las altas tasas de inflación. Sin embargo, una financiación más cara también es una carga para las empresas y los inversores privados.