Berlín, 17 dic (dpa) – La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, viaja hoy a Ruanda para inaugurar la primera fábrica comercial del continente africano de vacunas a base de ácido ribonucleico mensajero (ARNm) contra la enfermedad covid-19.
Según informó su oficina en Berlín, la empresa farmacéutica Biontech, con sede en Mainz, tiene previsto producir a partir del año que viene vacunas basadas en ARNm para el continente en la planta de la capital, Kigali.
En el futuro también podrían producirse allí vacunas similares contra la malaria y la tuberculosis, si se concede la autorización.
Según el Ministerio alemán de Desarrollo, el gobierno de Berlín apoya el establecimiento de una producción sostenible de vacunas y productos farmacéuticos en África para ayudar a preparar al continente ante futuras pandemias.
Las vacunas covid de ARNm funcionan mostrando a las células del organismo un fragmento del código genético del virus pandémico. Esto no puede causar la infección, pero sí enseñar al cuerpo a defenderse contra la enfermedad.
Alemania aporta más de 550 millones de euros (600 millones de dólares) al objetivo de la Unión Africana de producir el 60 por ciento de las vacunas administradas en África de aquí a 2040.
Según las fuentes, se está apoyando la formación de mano de obra cualificada, el establecimiento de autoridades reguladoras nacionales y la creación de condiciones marco para que las empresas se incorporen al proyecto.
También está previsto que Baerbock se reúna en Kigali con el ministro ruandés de Relaciones Exteriores, Vincent Biruta, y visite el monumento en memoria de las víctimas del genocidio contra los tutsis. En 1994, las milicias de la mayoría hutu asesinaron al menos a 800.000 miembros de la minoría tutsi en Ruanda.
Bajo la presidencia de Paul Kagame, el país se ha convertido desde entonces en pionero en el continente en muchos ámbitos, por ejemplo con su prohibición de las bolsas de plástico y la lucha contra la corrupción. El crecimiento económico está muy por encima de la media africana.
Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos critican la persecución de figuras de la oposición y periodistas críticos. También es controvertido el acuerdo alcanzado con Londres para que Ruanda acepte a los inmigrantes que han conseguido llegar a Reino Unido.