(EUROPA PRESS) El premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2014, el químico español Avelino Corma, ha señalado que la investigación española debe «exigirse más» a la hora de convertir sus avances científicos en aplicaciones en la industria. En este sentido ha apuntado que España, «por lo general, no es un país que se caracterice por introducir nuevas tecnologías en los diferentes campos».
Este es uno de los problemas que, según Corma, tiene este sector. A su juicio «hay que olvidarse» de lo que antes se llamaba investigación fundamental e investigación aplicada y ahora, debe haber una sola investigación fundamental y hablar también de transferencia de conocimiento. «Si uno ve que hay respuestas positivas en su investigación fundamental debe empezar a pensar para qué se puede usar para mejorar la vida de la sociedad», ha apuntado.
En cuanto al papel de la industria en esta transferencia de conocimiento, ha señalado que España suele apostar más por «comprar la tecnología y luego mejorarla». «Y, a lo mejor, hay que hacerlo en muchos casos, pero hay otros en las que podemos crearla y eso es lo que hay que intentar», ha apuntado en declaraciones a Europa Press.
El científico español, cuyo premio destaca, precisamente, «su contribuciones al desarrollo de los materiales microporosos y mesoporosos y sus aplicaciones», ha explicado cómo se puede llevar un descubrimiento científico al mercado.
«Tiene que ser una idea original y diferente, tienes que probar que puede funcionar y, por tanto, necesitas una investigación fundamental clara para tratar de desarrollar esta idea hasta un punto en el que, puede quedarse solo en un avance de conocimiento, o puedes ver que tiene visos de aplicación en algún campo», ha precisado Corma. En éste último caso, «se presenta en industrias que tengan centros de investigación en donde desarrollen tecnologías», ha añadido.
Pero el proceso es complejo, ya que también «es necesario elegir un buen momento para presentar la idea, ya que la empresa te puede decir que está lejos en el tiempo y que nos le interesa». «Hay que tener en cuenta que la industria trabaja a corto-medio plazo», ha señalado.
«Tenemos que darnos cuenta de que la aplicación industrial es posible, necesitamos que continúe adelante y no podemos flojear en esto», ha insistido Corma, quien ha enviado un mensaje a las empresas españolas instándolas a «estar en contacto continuo con universidades y organismos públicos de investigación», para «trabajar en problemas que interesen a las dos partes».
UN PREMIO A TODA LA INGENIERÍA QUÍMICA DE ESPAÑA
Corma ha mostrado «una gran satisfacción» personal por este reconocimiento, «que nunca se había dado a la química», y que, a su entender «es un reconocimiento a toda la ingeniería química en España» y a «todos los que trabajan y han trabajado» con él.
Ahora espera que este reconocimiento para la investigación en general del país ayude a aumentar la media de la ciencia española y que se consigan grupos y centros que tengan calidad internacional reconocida y sean competitivos. «Si la media es alta y los centros son cada vez más competitivos, si viene algún Nobel, vendrá, pero también vendrán cosas que creo que son más importantes», ha apuntado.
Para ir mejorando la situación, el químico español ha pedido un pacto de Estado para que las políticas del sector «trasciendan más allá del periodo de elecciones. «Si aumentamos los recursos para la investigación, y hay una planificación y formamos a gente porque pensamos que vamos a necesitarlos, no se puede reducir fuertemente esta financiación al llegar tiempos de crisis, porque se pierde el impulso y no se incorpora a la gente que es supercompetitiva, y todo lo que se ha gastado y planificado queda mermado», ha concluido.