(dpa) – Pocos rubros de la industria automotriz han evolucionado tanto en los últimos años como en la potencia y precisión de las luces.
Las estadísticas de accidentes impulsan este desarrollo. «Por la noche aumenta exponencialmente el riesgo», dice el experto en luminotecnia de Mercedes Gunter Fischer. Aun con un descenso de la densidad del tráfico nocturno a un 20 por ciento del movimiento diurno se producen por la noche un 40 por ciento de los accidentes mortales en Alemania.
Mayor visibilidad implica mayor seguridad. En los últimos años hubo varios aportes en ese sentido. Primero llegaron los asistentes para luces largas, que cambian automáticamente a la potencia máxima de luminosidad de acuerdo al registro de una cámara. En forma paralela aparecieron las brillantes luces de xenón, que luego fueron reemplazadas por los aún más brillantes faros LED o láser. El BMW i8 y el Audi R8 iluminan la ruta hasta una distancia de 650 metros con sus luces láser.
La industria desarrolló además los faros Matrix, que no tienen una única fuente de luz, sino varias docenas de pequeños diodos que pueden ser controlados individualmente. «De este modo se puede adaptar el haz de luz a la situación de tráfico y luminosidad ambiental específica», explica el portavoz de Opel Patrick Munsch. El nuevo Insignia, por ejemplo, dispone de 16 elementos LED en cada faro e ilumina la pista de un modo distinto si llueve, hay niebla o en una noche clara. En las curvas estira el haz de luz a lo ancho, en la autopista lo lleva más lejos y aun con autos en sentido contrario ilumina plenamente con luces largas sin encandilar.
Estos sistemas novedosos forman parte del equipamiento de los segmentos superiores. Pero incluso los autos pequeños comienzan ya a disponer de faros LED opcionales. Como por ejemplo el Volkswagen Polo y el Seat Ibiza.
El desarrollo luminotécnico no se detiene. En los laboratorios se sigue buscando innovaciones que lleven a la producción de faros de definición más fina y precisa del haz de luz. Ya no se trata tanto de extender la distancia de iluminación, sino de mejorar la calidad de la misma.
También se busca utilizar la luz para comunicar. Tanto más fina es la gestión lumínica, tanto más fácil es enviar mensajes con las luces. Mercedes presentó recientemente la llamada Digital Light, que con un millón de pixeles tiene una resolución mayor que un televisor HD.
Pero cuando se pasa de un auto nuevo a un usado se percibe poco de este desarrollo tecnológico. Un reequipamiento lumínico con sistemas inteligentes no sólo es caro, sino que en muchos casos es técnicamente imposible. La única posibilidad es una mejora de la fuente de luz.
Por Thomas Geiger