Viena, 5 sep (dpa) – El primer autobús con refugiados provenientes de Hungría llegó en la noche del viernes a la frontera con Austria después de que el primer ministro austríaco, Werner Faymann, y la canciller alemana, Angela Merkel, acordaran permitir el ingreso de los inmigrantes a sus países, informó la agencia de noticias húngara MTI.
Según la fuente, los refugiados bajaron del autobús y cruzaron a pie la frontera hacia Austria, donde fueron recibidos con aplausos y alimentos.
El autobús venía de Zsambek, 33 kilómetros al oeste de Budapest, donde los refugiados iban a pie en dirección hacia el oeste de Europa. Solo accedieron a subir al transporte con la condición de que viajaran con ellos periodistas o activistas ya que tenían miedo de que el gobierno húngaro los llevara a un campo de refugiados.
La decisión de permitir el ingreso de los refugiados fue tomada en forma conjunta con Merkel «debido a la actual situación de emergencia que hay en la frontera húngara», señaló un comunicado de la Cancillería en Viena. Según MTI, Faymann le comunicó luego la decisión al primer ministro húngaro, Viktor Orban.
Por su parte, el ministro húngaro de Gobernación, Janos Lazar, dijo tras una reunión de emergencia en Budapest que el gobierno iba a poner a disposición los autobuses para trasladar a los refugiados hasta la frontera con Austria.
Los autobuses partieron de la estación del Este de Budapest, donde más de 2.000 refugiados están acampando desde hace varios días. También serán recogidos los alrededor de 600 inmigrantes que habían partido este viernes a pie desde la estación en dirección a la frontera con Austria.
Cientos de personas la marcha por los márgenes de la autopista que lleva hacia Viena. La televisión mostró imágenes de una columna de personas caminando detrás de alguien que portaba una bandera de la Unión Europea.
Muchos refugiados se niegan por todos los medios a ser registrados en Hungría, ya que temen luego no poder abandonar el país. Según la legislación de la UE, una vez que los refugiados son registrados en un país comunitario, esa nación debe hacerse cargo de procesar su solicitud de asilo.
En Bicske, a 37 kilómetros de Budapest, siguen varados en un tren cerca de 500 personas a las que la policía intentó en vano llevar el jueves a un centro de refugiados para registrarlos, interrumpiendo su viaje hacia la frontera con Austria.