(Europa Press) – La Unión Europea y Naciones Unidas han mostrado su preocupación sobre el incremento de los ataques a trabajadores humanitarios y civiles en las últimas semanas en los estados nigerianos de Borno, Adamawa y Yobe, en el noreste del país, según han informado este viernes en una rueda de prensa conjunta.
Ambos organismos han reiterado su compromiso de trabajar juntos y de incrementar los esfuerzos para suministrar ayuda y asistencia humanitaria a las personas que se han visto afectadas por la crisis que se desarrolla en estos estados desde hace más de diez años. También, han subrayado la importancia de apoyar a las personas que quieren reconstruir sus vidas y sus comunidades.
El comisario europeo para la Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, ha realizado su primer viaje oficial fuera de Europa y, junto con el coordinador humanitario de la ONU en Nigeria, Edward Kallon, se ha reunido con el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari. A la reunión, también han asistido la ministra de Asuntos Humanitarios nigeriana, Sadiya Umar Farouq, y el Gobernador de Borno, Babagana Zulum.
Durante los dos días de visita, Lenarnic y Kallon se han reunido también con personas desplazadas y afectadas por la violencia, además de visitar varios proyectos financiados por la Unión Europea, según ha informado la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en un comunicado.
Lenarcic ha anunciado que la Unión Europea dedicará una cantidad adicional de 26,5 millones de euros en ayuda humanitaria para Nigeria. El comisario ha subrayado que ha podido ver de «primera mano» el sufrimiento que está causando el conflicto y «cómo de crucial es la ayuda humanitaria para la supervivencia de las personas» en el país.
«Lo más importante es que las organizaciones humanitarias puedan llegar a todas las personas que lo necesitan, sin restricciones, incluidas las que están bajo influencia de grupos armados no estatales. Es vital que todos los estados y las partes implicadas en el conflicto cumplan con sus obligaciones de permitir y facilitar el paso rápido de ayuda humanitaria», ha afirmado. Además, ha añadido que esto es «clave» para implementar una estrategia paralela en la región y para que se aborden las causas del conflicto.
AUMENTO DE ATAQUES DE GRUPOS ARMADOS NO ESTATALES
En las últimas semanas, se ha producido un aumento de los ataques violentos por parte de grupos armados no estatales y un incremento de puntos ilegales en las principales rutas comerciales dirigidas a civiles, autoridades y trabajadores humanitarios, especialmente en Borno.
Así, doce trabajadores humanitarios fueron asesinados brutalmente por grupos armados en 2019, lo que duplica la cifra registrada el año anterior. Además, dos trabajadores, Grace Taku y Alice Loksha, siguen siendo rehenes, por lo que la comunidad humanitaria pide su libertad segura e inmediata.
«Esta visita simbólica se produce en un momento crítico y ha reunido a Naciones Unidas, ONGs internacionales y nigerianas, organizaciones civiles locales y nacionales y la Unión Europea, como uno de los donantes más importantes», ha apuntado Kallon.
El coordinador de la ONU en el país ha mostrado su preocupación por los civiles y por los que están suministrando ayuda al ser «objetivo directo» de los ataques, que «obstaculizan» su capacidad de salvar vidas.
«Todos los actores y las partes interesadas deben fortalecer sus esfuerzos de suministrar asistencia a las personas más vulnerables afectadas por la crisis y hacer el máximo esfuerzo para garantizar la protección de civiles y trabajadores humanitarios», ha añadido Kallon.
En 2020, la comunidad humanitaria estima que 7,7 millones de personas necesitarán ayuda de emergencia. Además, cerca de 1,8 millones de personas en Borno, Adamawa y Yobe siguen viviendo en campos y 1,2 millones de personas no pueden acceder a la ayuda humanitaria.
Por otro lado, según Naciones Unidas, más de 36.000 personas han muerto, alrededor de la mitad de ellas civiles, desde que el grupo islamista Boko Haram comenzó su insurgencia en el noreste de Nigeria en 2019, que posteriormente extendió a los otros países ribereños del lago Chad –Chad, Camerún y Níger.