La incidencia del cáncer entre los varones asturianos se ha estabilizado en la zona más alta del conjunto del país, donde se agrupan regiones del norte con una fuerte industrialización como es también el caso del País Vasco y áreas de Cataluña. En las mujeres, la incidencia aumenta ligeramente aunque permanece en una posición intermedia dentro del conjunto de España.
Estas son dos de las principales conclusiones que se pueden extraer para Asturias del artículo Cancer incidence in Spain, 2015, publicado en la revista Clinical and Translational Oncology y en el que participan investigadores de la Consejería de Sanidad.
Este trabajo proporciona la incidencia de cáncer estimada para 2015 por sexo y tipo de cáncer para España en su conjunto, la evolución de la incidencia en las diferentes áreas geográficas origen de los datos y las tendencias estimadas de incidencia en España de 1993 a 2007.
En los últimos años, la tendencia de incidencia de cáncer en hombres se ha estabilizado debido fundamentalmente al hecho de que la disminución de los cánceres relacionados con el tabaco ha compensado el aumento de otros tipos de cáncer como los del colon y recto, y la próstata.
En las mujeres, a pesar de la estabilización de la tendencia de la incidencia del cáncer de mama, el aumento de la incidencia se debe, sobre todo, al aumento de los cánceres colorrectales y a los relacionados con el consumo de tabaco.
También resulta significativa la reducción del cáncer de laringe y de estómago en el conjunto de la población.
Según los resultados del estudio, en 2015, se diagnosticaron en España cerca de un cuarto de millón de nuevos casos de cáncer invasivo, casi 149.000 en hombres (60,0%) y 99.000 en mujeres.
En Asturias, siguiendo la misma metodología, se diagnosticaron 7.327 nuevos cánceres , 4.432 en hombres y 2.897 en mujeres.
Los cinco cánceres más comunes en el conjunto de la población asturiana fueron los de colon-recto, próstata, pulmón, mama y vejiga urinaria, al igual que en el resto del país. Por sexo, los cuatro cánceres más comunes en hombres fueron los de próstata (20,4%) colon-recto (16,6%) pulmón (16,7%), próstata (12,4%), y vejiga urinaria (11,12%). En las mujeres, los más comunes fueron las de mama (27,5%), Colon-recto (15,2%), cuerpo uterino (7,7%) y pulmón (5,4%). Estas cifras no incluyen los cánceres de piel no melanomas que no se incluyen en este registro.
La información recogida en el estudio es de utilidad para definir las prioridades de las estrategias y políticas de vigilancia y control del cáncer en España con el objetivo último de contribuir a la disminución de la carga de cáncer en la población y las desigualdades entre áreas geográficas de España.
El estudio concluye que para reducir la incidencia de cáncer, las prioridades en prevención del cáncer para los próximos años deben ser la mejora de las políticas de control del tabaquismo, la reducción del consumo de alcohol y la extensión de la detección precoz del cáncer colorrectal como la que se ha iniciado Asturias en el área III y pronto se extenderá a otras áreas.
Menos mortalidad
La mortalidad por cáncer entre los varones asturianos desciende desde hace dos décadas a un ritmo anual del 1%, mientras que entre las mujeres esta reducción se ha visto estancada desde 2003. Las mujeres asturianas están por debajo de la media nacional en cuanto a riesgo de padecer cualquier tipo de tumor y se sitúan entre las que presentan menor riesgo de Europa. Los varones, en cambio, figuran entre los que presentan mayor riesgo de todo el país y en el conjunto de la UE.
Con los últimos datos provisionales disponibles, el cáncer provocó en 2014 3.548 muertes en Asturias, 2.116 en varones y 1.432 mujeres, lo que indica que continúa siendo un serio problema de salud en el que es preciso seguir incidiendo desde el punto de vista de la prevención.
Hábitos nocivos como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol o la obesidad están estrechamente relacionados con el origen de algunos de los cánceres más frecuentes. Salud Pública recuerda que la prevención basada en hábitos de vida saludable constituye la estrategia más eficaz para prevenir la enfermedad.
El código europeo contra el cáncer se sintetiza en las siguientes recomendaciones:
1. No fume.
2. Si bebe alcohol, modere su consumo.
3. Aumente el consumo diario de verduras y frutas frescas. Coma a menudo cereales con un alto contenido de fibra.
4. Evite el exceso de peso, haga más ejercicio físico y limite el consumo de alimentos ricos en grasas.
5. Evite las exposiciones prolongadas al sol y las quemaduras, especialmente durante la infancia.
6. Respete estrictamente las normas destinadas a evitar cualquier tipo de exposición a sustancias consideradas cancerígenas. Cumpla todas las instrucciones de salud y seguridad en relación con las sustancias que puedan provocar cáncer.
7. Consulte al médico si nota algún bulto, una herida que no cicatriza (incluida en la boca), un lunar que cambia de forma, tamaño o color, o cualquier pérdida anormal de sangre.
8. Consulte a un médico en caso de problemas persistentes, tales como tos o ronquera permanente, alteraciones intestinales o urinarias o pérdida anormal de peso.
9. Hágase un frotis del cuello del útero regularmente. Participe en los programas organizados de detección de cáncer de útero.
10. Examine periódicamente sus senos. Si ha cumplido 50 años de edad, participe en los programas de detección mediante mamografía.
11. Se debe participar en cribado de cáncer de colon si ha cumplido los 50 años de edad
12. Vacúnese contra la hepatitis B si no lo ha hecho aún. La vacuna está incluida en el calendario de vacunaciones.