95.495 personas se han vacunado ya en Asturias en las dos primeras semanas de funcionamiento de la campaña antigripal. De ellas, 73.328 tienen más de 64 años, lo que supone una cobertura del 29,2% en esa franja de edad, uno de los objetivos clave.
Entre los usuarios que han sido inmunizados y que figuran en los grupos de riesgo, un 81,04% tiene una enfermedad crónica y el 13,39% son personas mayores que han decidido vacunarse, a pesar de no padecer ninguna patología crónica. También han recibido la dosis el 21,32% de personas de 15 a 64 años y el 1,58% de los menores de 15 años.
Para esta campaña, la Consejería de Sanidad ha adquirido 217.000 dosis de vacuna trivalente, por un importe de 622.520 euros, que únicamente contiene partículas inactivadas del virus, por lo que en ningún caso puede producir la enfermedad. Su composición corresponde a las recomendaciones establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para esta temporada en el hemisferio norte y se trata de opción muy segura, ya que apenas produce efectos secundarios.
Sanidad recomienda a los grupos de riesgo que, para conseguir una inmunización eficaz, soliciten la vacunación antes de que se produzca el inicio de la onda expansiva del virus, que suele coincidir con los meses más fríos. La semana 45 ha registrado una tasa de incidencia de 63,36 casos por 100.000 habitantes. La situación se considera de intensidad basal y difusión esporádica.
Los interesados en vacunarse deben contactar con su centro sanitario habitual para pedir cita previa. También pueden realizar las gestiones a través de la cita web del portal www.astursalud.es
Como en años anteriores, la campaña se dirige específicamente a dos grupos de personas: las que presentan un mayor riesgo de desarrollar complicaciones derivadas de la infección gripal y aquellas que pueden transmitirla a los anteriores por un contacto habitual con ellos. Estos grupos se desglosan en:
Personas que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe:
· Niños (mayores de seis meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o pulmonares.
· Niños (mayores de seis meses) y adultos con:
Enfermedades metabólicas, incluida diabetes mellitus, obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40 en adultos, ≥35 en adolescentes ó ≥3 DS en la infancia), insuficiencia renal, hemoglobinopatías y anemias, asplenia, enfermedad hepática crónica, enfermedades neuromusculares graves, inmunosupresión, cáncer, implante coclear o en espera del mismo o trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.
· Mujeres embarazadas durante la temporada gripal (noviembre-marzo).
· Residentes en clínicas e instituciones que atiendan enfermos crónicos de cualquier edad.
· Residentes y usuarios de residencias de mayores, viviendas tuteladas y centros de día.
Personas que pueden trasmitir la gripe a otras con un alto riesgo de presentar complicaciones:
· Trabajadores de los centros sanitarios, tanto de atención primaria como especializada y hospitalaria, públicos y privados. Con especial énfasis en los profesionales que atiendan a pacientes de algunos de los grupos de alto riesgo anteriormente descritos.
· Estudiantes en prácticas en centros sanitarios.
· Personas que, por su ocupación, trabajan en instituciones geriátricas o en centros de atención a enfermos crónicos, especialmente los que tengan contacto continuo con personas vulnerables.
· Personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o mayores.
· Personas que conviven en el hogar, incluidos niños mayores de seis meses, con otras que pertenecen a algunos de los grupos de alto riesgo, por su condición clínica especial.