(dpa) – La arteterapia invita a expresar lo que se siente sin necesidad de usar palabras. Es probable que los pacientes que llevan adelante un tratamiento psiquiátrico en una clínica entren en contacto con ella en algún momento, ya que las terapias creativas suelen formar parte de sus programas.
Pero, ¿qué es la arteterapia?
«Se trata de una especie de psicoterapia con las herramientas del arte», dice la profesora Karin Dannecker, quien dirige el curso de perfeccionamiento en arteterapia de la Escuela de Arte de Berlín-Weißensee.
La idea es que el paciente exprese su propio estado de ánimo con colores, papel, piedra o arcilla. La obra que se crea en el proceso muestra el yo interior. «Hace visibles y tangibles sentimientos, experiencias, anhelos y deseos», explica Andreas Somnitz, terapeuta de arte y diseño de una clínica de Duisburgo.
El terapeuta ayuda al paciente a comprender lo que ha creado. En una conversación conjunta, exploran lo que puede verse en el cuadro o la escultura, sin juzgarlo en absoluto.
La arteterapia grupal funciona de forma parecida. A través de ella, los participantes hablan de lo que perciben en su propia creación artística y en la de los demás. «Muchas veces, el solo proceso creativo y hablar sobre él con otros tienen un efecto sanador», afirma Dannecker.
En esos casos, según su experiencia, «los pacientes se van profundamente conmovidos de la sesión y están contentos de no haber tenido que hablar tanto acerca de ellos mismos».
¿Cómo puede ayudar la arteterapia al alma?
A través del proceso creativo, los pacientes suelen encontrar con más facilidad las palabras para aquello que hasta entonces estaba escondido en su interior. En un marco seguro, se animan a conversar acerca de los significados personales de sus obras, esta vez a través del habla.
De acuerdo con el arteterapeuta Somnitz, la creatividad y la observación atenta pueden abrir nuevas perspectivas y formas de ver las cosas. Además, el arte posibilita experimentar y poner a prueba los límites. «Esto permite reordenar el mundo interior«, resume.
En su experiencia, esto puede ser de ayuda para personas que están enfrentando un cáncer o perdieron a una persona querida. Añade que también se benefician de la arterapia muchos refugiados a los que se les hace difícil hablar tras haber vivido la guerra y haber tenido que huir de sus países.
«La arteterapia puede contribuir a que un paciente encuentre el valor para actuar al brindarle acceso a sus impulsos espontáneos», afirma Somnitz.
Añade que muchos mantienen las actividades creativas después de la terapia como una forma de compensar su día a día. «Es probable que quien experimentó un poco con el arte en la terapia esté luego más dispuesto a solucionar sus problemas de forma creativa», dice Dannecker.
¿Cómo transcurre una hora de arteterapia?
La terapia se lleva a cabo en un ambiente que se parece mucho a un atelier. «La idea es que el entorno sea inspirador y despierte las ganas de emprender una actividad creativa», señala Dannecker.
Acuarelas, esteatita o tiza: los pacientes pueden elegir qué materiales les gustaría utilizar para crear algo artísticamente. Si el paciente lo desea, el terapeuta también puede recomendarle el uso de un material en particular.
Somnitz pone un ejemplo: «Un lápiz, con su trazo claro y definido, ofrece un mejor agarre o contención y, por lo tanto, mayor seguridad que la pintura líquida, que se aplica con pincel y se mezcla rápidamente con otros colores o se corre sin control».
El paciente puede seguir sus propias ideas o recibir sugerencias del terapeuta. A veces se propone un tema determinado en un grupo.
En una ocasión, Somnitz acompañó a un grupo que abordaba el concepto de «hogar». «Algunos participantes plasmaron imágenes concretas de su hogar sobre el papel», dice. Otros expresaron algo que representaba para ellos la idea de hogar.
Cuenta que, en muchos casos, las obras expresaron también sentimientos ambivalentes, cosas que generan tanto una sensación de carga como de alegría. «Al analizarlas, algunos pacientes pudieron detectar qué les faltaba en su día a día, pero también qué les brinda una sensación de seguridad y protección», indica Somnitz.
¿Cuánto dura la arteterapia?
La duración de una arteterapia depende de distintos factores. Por un lado, toda terapia es un proceso muy individual. Por otro lado, la duración se ve influida también por el diagnóstico.
Por Sabine Meuter (dpa)