Évian-les Bains (Francia), 17 jun (dpa) – Ningún gol y muy poco peligro: la delantera de la selección alemana de fútbol quedó hoy en el punto de mira de la crítica después del empate sin goles ante Polonia en la Eurocopa de Francia.
«No pusimos en aprietos al rival, no fuimos peligrosos. No ganamos ninguna situación de uno contra uno en el ataque», analizó con altas dosis de autocrítica el defensor alemán Jerome Boateng tras el 0-0 en el Stade de France.
La línea ofensiva diseñada por Joachim Löw para doblegar la defensa polaca estuvo formada por Mario Götze, Thomas Müller, Mesut Özil y Julian Draxler.
Fue la misma que ya tuvo problemas ante Ucrania, a la que venció 2-0 con tantos de Shkodran Mustafi, central, y de Bastian Schweinsteiger, centrocampista. El segundo gol, el de la tranquilidad, llegó además en el último suspiro.
«En la línea de arriba nos falta algo», aseguró el centrocampista Toni Kroos tras el segundo partido de Alemania en la Eurocopa.
Es la primera vez desde la Eurocopa de Portugal 2004, cuando Alemania se estrelló en la fase de grupos, que ningún delantero germano ve puerta en las dos primeras jornadas de una Eurocopa. Una señal de alarma para los actuales campeones del mundo.
Ante Ucrania los goles no llegaron por jugadas trenzadas y masticadas. Mustafi marcó de cabeza al lanzamiento de una falta y Schweinsteiger culminó un rápido contragolpe tras un centro de Özil desde la banda izquierda.
«No me preocupa el hecho de que aún no haya marcado un gol en la Eurocopa. Me preocupa mucho más que en dos partidos no haya generado con el equipo ninguna oportunidad buena. Eso es lo que nos debería angustiar», analizó Müller en las catacumbas de Saint-Denis.
El delantero del Bayern marcó cinco goles en el Mundial de Sudáfrica 2010 y otros cinco tantos en Brasil 2014. Hace seis años anotó en su debut ante Australia (4-0) y cuatro años más tarde inició el Mundial brasileño con un «hat-trick» ante Portugal (4-0). En Francia, sin embargo, Müller arrancó con la pólvora mojada, algo que ya le ocurrió en la Eurocopa de 2012.
Ante Polonia, los alemanes apenas disfrutaron de dos ocasiones claras de gol, una de Kroos y otra de Özil. «Jugaron con 20 futbolistas atrás», se quejó Kroos, mediocampista del Real Madrid.
A Özil le faltó la genialidad que casi siempre destila, a Müller mordiente, a Götze encarar a portería y a Draxler oportunismo de delantero.
Löw defendió su decisión de apostar por los «bajitos» y dejar a Mario Gómez en el banquillo de inicio. «Desde el punto de vista de la estrategia estaba claro que jugaba Mario Götze. Contra un equipo como Polonia tienes que tener la pelota sobre el césped, no puedes jugar con balones aéreos», dijo Löw para justificar su elección del «falso nueve». La entrada de Gómez en la segunda parte no cambio nada el panorama.
El debate de los «Mario» seguramente crezca según se acerque el último partido de la fase de grupos, el martes ante Irlanda del Norte en el Parque de los Príncipes de París.
«Dejemos que Löw haga su trabajo, hará lo correcto», opinó Gómez, aunque indicó el camino a seguir para marcar: «Tenemos que atacar con más firmeza y morder más en la delantera».
Por Klaus Bergmann y Christian Kunz