Berlín, 30 jun (dpa) – La coalición tripartita que gobierna Alemania entra en una semana decisiva de negociaciones sobre el presupuesto federal de 2025.
Para ello continuaron este fin de semana intensas conversaciones entre el canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz (SPD), el ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner (FDP), y el titular de Economía, el verde Robert Habeck.
El objetivo del Gobierno alemán es que el gabinete apruebe el presupuesto para el año próximo antes del 17 de julio, para lo cual debería haber al menos un acuerdo político sobre los puntos más importantes en los próximos días.
Los expertos del Ministerio de Finanzas necesitan unas dos semanas para plasmar dicho acuerdo en un borrador listo para su aprobación, por lo que la ventana de oportunidad es cada vez más pequeña.
Durante el fin de semana, distintas asociaciones de la vida económica alemana volvieron a expresar su preocupación por los posibles recortes del presupuesto.
Las negociaciones han resultado difíciles en los últimos tiempos. Lindner insiste en unos objetivos de ahorro estrictos y rechaza categóricamente cualquier relajación del freno a la deuda.
Los políticos del partido del canciller, el SPD, en cambio, demandan un mayor margen de maniobra a la hora de endeudarse.
El copresidente del SPD Lars Klingbeil dejó claro el fin de semana en declaraciones publicadas por el diario «Süddeutsche Zeitung» que su partido también podría contemplar un fondo especial financiado con créditos para inversiones en lugar de suspender el freno a la deuda.
«En primer lugar, todos los ministerios tienen que ver dónde pueden ahorrar. Pero también está claro que no podemos recortar entre 30.000 y 40.000 millones de un presupuesto básico», explicó el dirigente socialdemócrata.
La poderosa Federación de la Industria Alemana (BDI) denunció un enorme retraso de inversiones en Alemania y propuso fondos especiales por valor de miles de millones, es decir, fondos extra financiados con créditos junto al presupuesto federal y al margen del freno de la deuda. La propuesta es rechazada por el titular de Finanzas.
Los negociadores de los tres partidos llevan semanas intentando tapar un agujero de dos dígitos de miles de millones en la planificación presupuestaria para 2025. Hasta ahora, el ministro de Finanzas no ha logrado ningún avance con los ministros en solitario, ya que estos no quieren comprometerse con los objetivos de ahorro.
Además, es urgente llegar a un acuerdo porque el proyecto aún debe debatirse en detalle en el Parlamento, donde se espera que sea aprobado en diciembre.
Asociaciones como la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) y la Alianza por el Clima Alemania volvieron a advertir el fin de semana contra el peligro de que los recortes aumenten las diferencias sociales.
«Aplicar ahora un rígido programa de austeridad y recortes reduce el margen de maniobra política, aumenta los problemas y perjudica a nuestro país», sostuvo Stefan Körzell, miembro de la junta directiva de la DGB.