(Europa Press) – Miles de personas han salido a las calles argentinas este viernes volviéndolas a teñir de verde para mostrar su apoyo al proyecto de ley que pretende legalizar el aborto en el país, que ha sido debatida por último día en el Congreso del país, a falta de su votación en la cámara.
En la capital, Buenos Aires, las movilizaciones se han dado frente al Congreso, aunque no solo han sido presenciales, sino que a través de las redes sociales se han multiplicado los mensajes de apoyo al proyecto para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo.
De esta forma, mientras los diputados debatían en la Cámara Baja el proyecto, la Plaza del Congreso ha estado protagonizada por talleres, batucadas y diferentes actividades de concienciación.
Durante la jornada de hoy, se ha puesto el énfasis en docentes y personal de salud, con mensajes dirigidos a la concienciación para que las niñas y adolescentes puedan confiar en este tipo de profesionales en caso de un embarazo no deseado. Los lemas que han marcado las manifestaciones han sido «el docente siempre te cree» y «niñas, no madres».
Las expectativas de los colectivos y organizaciones sociales es que el Congreso apruebe el proyecto de ley el próximo 10 de diciembre, cuando está prevista la votación.
Sin embargo, la propuesta impulsada por el Gobierno del presidente, Alberto Fernández, después tendrá que pasar al Senado, donde su aprobación es más difícil debido a que, en principio, no cuenta con los apoyos necesarios.
De hecho, ya en 2018, un proyecto para la despenalización del aborto superó la primera barrera del Congreso, pero el Senado finalmente lo rechazó.
Las estimaciones de ‘La Nación’, a día de hoy, sitúan a los diputados a favor de aprobar la nueva ley en 107 frente a los 100 que votarían en contra en el Congreso, mientras que en el Senado serían 32 votos favorables y 36 desfavorables.
Fernández presentó ante la Cámara Baja, a mediados de noviembre, el proyecto, uno de sus promesas electorales, tras considerar que «la legalización del aborto salva vidas de mujeres y preserva su capacidad reproductiva. No aumenta la cantidad de abortos ni los promueve, solo resuelve un problema que afecta a la salud pública».
Este proyecto de ley permitiría la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación, con esta incluida, mientras que obliga a las instituciones de salud a realizar el aborto en un plazo de diez días.
Asimismo, admite la objeción de conciencia individual de los profesionales médicos, que les permite negarse a practicar un aborto siempre y cuando se garantice que la mujer pueda ser atendida por otro profesional.
La ley del aborto actual data del año 1921 y solo contempla la interrupción del embarazo en caso de violación o de que exista riesgo para la vida de la gestante. Las protestas y las «mareas verdes» se han sucedido en Argentina en los últimos años para exigir la despenalización.