
(dpa) – La crisis del coronavirus deja como daños colaterales que la selección alemana de fútbol se quede sin partidos estelares de preparación y sin concentración previa a la Eurocopa del verano boreal, pero es una oportunidad para que el equipo de Joachim Löw intente reencontrarse con el éxito en 2021.
La mayor crisis a la que se enfrenta el fútbol germano también supone que Joachim Löw se tome un largo descanso, algo desconocido para él en sus 14 años como seleccionador alemán.
Sin embargo, el propio Löw describió el aplazamiento de la Eurocopa debido a la pandemia del coronavirus hasta el año que viene, en que se disputará del 11 de junio al 11 de julio, como algo «del todo correcto y sin alternativa».
En la actualidad hay muchas cosas que son imprevisibles, y los efectos en la selección alemana también. Sin embargo, en términos deportivos, podrían resultar beneficiosos para Löw.
La controversia generada por la decisión del seleccionador de prescindir de tres integrantes de la selección campeona del mundo de 2014 –Mats Hummels, Thomas Müller y Jérôme Boateng– en marzo de 2019 ahora parece correcta.
Con el horizonte en 2021, la renovada plantilla de la selección alemana puede continuar madurando con un nuevo liderazgo, representado por jugadores más jóvenes, como Joshua Kimmich y Serge Gnabry, de 25 y 24 años respectivamente.
También se podrán reincorporar jugadores ahora convalecientes de lesiones de larga duración, como Leroy Sané y Niklas Süle, ambos de 24 años, aunque tendrán que demostrar su recuperación en sus respectivos clubes.
El último partido internacional que disputó Alemania, una victoria contundente contra Irlanda del Norte (6-1) en la que Gnabry marcó tres goles, fue el 19 de noviembre de 2019 en Fráncfort.
Löw dijo varias veces, en relación con el proceso de renovación del equipo, que la generación representada por Kimmich, Gnabry y Sané probablemente no llegará «a la cima de su carrera» hasta la Eurocopa que se celebrará en Alemania en 2024.
«Es comparable al equipo de 2010», recordó el seleccionador, en referencia al integrado por Lahm, Schweinsteiger, Khedira, Boateng o Müller que logró el título mundial en 2014.
Con la crisis del coronavirus como telón de fondo, Löw quiso hablar en una videoconferencia de prensa de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) concedida desde Friburgo, sobre la ausencia de fútbol durante el verano de 2020 y sus consecuencias.
«A nuestros jugadores les habría encantado jugar la Eurocopa este verano, porque habían trabajado muy duro para ello. Después de todo, cada deportista vive para estos grandes partidos, para estos grandes torneos, que inspiran a países, a continentes o, en los Mundiales, al mundo entero», había dicho en un comunicado anterior.
El mismo Löw es ahora mismo un trabajador a tiempo parcial bien pagado, por el momento. Antes del Mundial de 2018, el anterior presidente de la DFB, Reinhard Grindel, prolongó el contrato de Löw hasta el próximo Mundial, que se celebrará en Qatar en 2022.
En el día a día, Löw apenas puede discutir con su equipo cómo continuará todo en su momento. «Nuestra tarea ahora es evaluar las consecuencias a largo plazo y trabajar en las soluciones», dijo el director de la selección alemana, Oliver Bierhoff.
«No hay un manual para la situación actual, no hay nada que nos pueda proporcionar una experiencia» previa, describió el problema Bierhoff.
«Ahora debemos aprender a pensar en posibles situaciones», señaló por su parte el presidente de la DFB, Fritz Keller. Para la selección alemana, esto significa que como muy pronto en junio, ya sin los partidos de la Eurocopa contra Francia y Portugal en Múnich, podrían programarse por lo menos partidos amistosos.
La cancelación de los encuentros de preparación contra España e Italia «se podrán jugar, en base a una evaluación de la situación del período de partidos internacionales a principios de junio», según anunció la UEFA.
Pero nadie sabe qué va a suceder, y es que el partido número 182 de Löw en el banquillo alemán podría jugarse todavía más tarde: el 3 de septiembre, Alemania debutará en la segunda edición de la Liga de Naciones de la UEFA con un encuentro en casa contra España. Pero todo depende de cómo evolucione la crisis del coronavirus.
Por Klaus Bergmann (dpa)