El Sindicato Profesional de Docentes ANPE ha presentado este jueves el ‘Informe del Defensor del Profesor’ en el que se constata que a lo largo del curso escolar 2014/2015 el número víctimas por acoso escolar ha aumentado un 13 por ciento hasta los 37 casos, con respecto al mismo periodo del año anterior. A pesar de este incremento, los casos son «menos graves en términos generales» que en el periodo lectivo de 2013/2014.
Así lo han anunciado en una rueda de prensa el presidente de este sindicato en Asturias, Gumersindo Rodríguez, y la defensora del profesor en la comunidad, Montserrat Fernández. Han explicado que el caso de acoso más común dentro de las aulas asturianas es el problema de dar clase, es decir, los alumnos boicotean las sesiones para que el profesor no dé la lección.
El segundo suceso más común son las falsas acusaciones, es decir, los alumnos se quejan de que los profesores han dicho algo y en realidad esta escena no ha ocurrido. La cabeza de la clasificación la cierran los insultos y las críticas a través de las redes sociales. Para Fernández cada vez es más común que se creen «grupos de ‘Whatsapp’ de alumnos y padres» donde se critica la actuación de los docentes.
Por niveles educativos donde se producen más acoso escolar es en la educación infantil y primaria (55 por ciento), después en la secundaria (31%) y por último en la formación profesional (14%). Para Rodríguez que la mayor parte de los casos se concentren en la educación obligatoria se debe a que «las familias en muchos casos han renunciado a la educación de valores y creen que quien debe enseñar esto es la escuela». Además hoy en día «los padres no respaldan al profesor», sino que dan credibilidad a lo que sus hijos dicen.
Para poder solucionar este problema, Rodríguez afirma que «es necesario que quien la haga, la pague». Para el presidente de ANPE lo primero que deben hacer los alumnos es «pedir perdón» y luego ponerle un castigo basado «en trabajos sociales» como por ejemplo «limpiar paredes, cristales y lo que establezca la norma».