(dpa) – Los más de 90 diputados de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) que se sentarán en el Parlamento germano estarán comandados por Alexander Gauland, un veterano político y antiguo miembro del partido conservador de Merkel, y la economista Alice Weidel, enmarcada en el ala liberal-conservadora.
A pesar de conformar, en teoría, un dúo con perfiles antagónicos, ambos cabezas de cartel comparten su querencia por el discurso provocador y la polémica.
Alexander Gauland: Abogado de profesión, comenzó su carrera política en la conservadora CDU que preside la canciller y llegó hasta jefe de despacho del Gobierno del estado federado de Hesse.
«Que se vayan preparando para la que les espera», declaró el político conservador después de que se conociera el buen resultado de su formación en las elecciones legislativas del domingo.
«Vamos a recuperar nuestro país y a nuestra gente», añadió el lenguaraz político de 76 años, conocido por su estilo de vestir británico y sus corbatas con motivos caninos. A pesar de que antaño gozaba de una cierta reputación como intelectual, sus posturas radicales han espantado a muchos.
Recientemente desató la indignación generalizada al proponer que la responsable de la política de inmigración del gobierno, la germano-turca Aydan Özoguz, sea «tirada a la basura en Anatolia».
Otra frase polémica fue la que pronunció en mayo de 2016 sobre el futbolista de color Jerome Boateng: «La gente lo considera un buen futbolista, pero no quiere tener a Boateng como su vecino», señaló Gauland al diario «Frankfurter Allgemeine Zeitung», causando gran indignación en Alemania.
Boateng, uno de los pilares en la defensa de la campeona del mundo, es uno de los numerosos jugadores de la selección alemana con origen extranjero. Nació en Berlín de padre ghanés y madre alemana.
Alice Weidel: Doctora en Economía de 38 años y antigua analista del grupo bancario Goldman Sachs, se doctoró en 2011 con summa cum laude con una tesis sobre el futuro del sistema de pensiones chino. En el país asiático residió durante seis años.
En AfD recaló recién fundado el partido, en 2013, atraída por su posición euroescéptica.
A diferencia de los nacionalistas en sus propias filas, Weidel aboga por permitir el ingreso de inmigrantes cualificados de acuerdo a las necesidades de Alemania, siguiendo el modelo canadiense, según repite a menudo.
En el plano económico, es partidaria de que Alemania abandone el euro y condena los millonarios rescates de países europeos altamente endeudados llevados a cabo hasta el momento.
Su vida personal -es lesbiana y tiene dos hijos con una suiza procedente de Sri Lanka- llama la atención por no encajar milimétricamente con los estándares del partido. No en vano, los postulados del partido estipulan que «las familias con padre, madre e hijo deben estar nuevamente en el centro de la política estatal».
Durante la campaña electoral, causó asombro al abandonar en directo un plató de televisión pública en el que debatía con aspirantes de otros partidos al verse acorralada y sucesivamente interrumpida por los demás.