La Real Sociedad Canina de España pidió extremar la precaución para evitar que los perros ingieran hongos silvestres, ya que pueden resultar altamente tóxicos e incluso mortales por su olor, forma o color atractivo.

La RSCE lanzó esa advertencia en plena estación otoñal, época en la que una costumbre arraigada es salir al campo en busca de setas.
“La naturaleza en otoño es un escenario magnífico para disfrutar con nuestros perros, pero también es un entorno donde existen riesgos reales que a veces pasan inadvertidos. La ingesta accidental de setas puede ser mortal y evitarla está en manos de sus daños, también saber cómo actuar en caso de que se produzca”, apuntó José Miguel Doval, presidente de la RSCE.
La Canina desmintió el “mito” de que solo las setas de colores llamativos sean peligrosas, pues “algunas de las más tóxicas presentan apariencia discreta y poco sospechosas”.
Asimismo, muchos de los hongos y setas ofrecen un olor característico que en algunos casos puede llegar a ser muy intenso, lo que puede atraer aún más el interés de los perros.
En España existen alrededor de 300 variedades de setas que presentan algún grado de toxicidad. Aunque muchas producen sólo trastornos leves, hasta 15 especies destacan por ser especialmente peligrosas tanto para perros como para personas.
Algunas de ellas son ‘amanita phalloides’, ‘amanita pantherina’, ‘amanita muscaria’, ‘amanita verna’, ‘amanita virosa’, ‘cortinarius orellanus’, ‘gyromitra’, ‘clitocybe’, ‘inocybe’, ‘galerina marginata’, ‘paxillus involutus’, ‘entoloma lividum’, ‘omphalotus olearius’, ‘boletus satanas’ y ‘lepiota helveola’.
¿CÓMO ACTUAR?
Muchas sustancias presentes en las especies de setas venenosas tienen efectos de acción lenta, lo que implica que los primeros síntomas de intoxicación pueden aparecer cuando el daño orgánico ya es grave, lo que dificulta la eficacia del tratamiento veterinario. En otros casos, el tóxico actúa de forma rápida, provocando signos clínicos en pocas horas.
En el caso de que el dueño del perro tenga el mínimo indicio de que su mascota haya ingerido alguna seta venenosa, por protocolo se activa el mismo tratamiento que si hubiera comido chocolate o cualquier otro tóxico, según la RSCE.
Si la ingesta es reciente y bajo recomendación previa de un veterinario, el dueño debe provocar el vómito al animal. Si los síntomas persisten o se agravan con el paso del tiempo, el veterinario debe suministrar carbón activo o sondaje y aspirar el contenido gástrico en casos graves.
A partir de aquí, la RSCE recomendó fluidoterapia (o intentar que el animal beba más agua de lo normal) y tratamiento sintomático.
Otros equipos de veterinarios y de expertos botánicos consultados por la RSCE advierten de que incluso setas que no son tóxicas pueden estar contaminadas por bacterias o microorganismos presentes en el suelo o la vegetación, lo que causa problemas digestivos o diferentes tipos de infecciones a los perros.
“Ante la mínima sospecha de que un perro haya ingerido una seta, la RSCE insiste en actuar con la máxima rapidez, acudir de inmediato al veterinario, sin esperar a la aparición de síntomas y, en la medida de lo posible, llevar una muestra de la seta para facilitar su identificación y determinar el nivel de toxicidad”, apuntó la Canina.
¿HAY HONGOS SEGUROS?
Al ser animales omnívoros, los perros pueden consumir setas cultivadas y seguras, como los champiñones, siempre dentro de una dieta equilibrada y en cantidades moderadas. Aunque no es habitual que los piensos comerciales incluyan setas en su composición, sí aparecen en algunas dietas naturales.
La RSCE indicó que, en cualquier caso, las proteínas de origen animal deben representar entre el 60% y el 80% de la dieta del perro, dependiendo de su edad, tamaño y nivel de actividad.
