Ciudad de Guatemala, 9 jun (dpa) – Un fuerte lahar (gases y piedras que caen del volcán) se registró la tarde del sábado en el Volcán de Fuego y fortaleció las alertas en la zona del desastre provocada por la erupción del domingo que dejó al menos 110 muertos y 197 desaparecidos, informó una fuente oficial.
«Es el lahar más potente del año, pero se registró en el otro extremo del volcán, en el área de San Pedro Yepocapa, en el departamento de Chimaltenango», informó David de León, portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
Explicó que este lahar no se deslizó por las barrancas que dan a las comunidades que fueron devastadas por la erupción del domingo en los departamentos de Escuintla (sur) y Sacatepéquez (suroeste).
Poco antes del anochecer, el volcán también registró una nueva explosión que generó nuevos lahares, informó la Conred.
De León dijo que se activó una comunicación con la autoridades de Chimaltenango (oeste) para que se tomen las precauciones necesarias, especialmente en el monitoreo del río Pantaleón, principal afluente de los deslizamientos.
El Volcán de Fuego es uno de los tres activos que hay en el país, de 118.000 kilómetros cuadrados y el más grande de Centroamérica. En el territorio guatemalteco hay un total de 32 volcanes. La erupción del domingo también dejó 58 personas con quemaduras graves.
Este día, dos de ellas fueron trasladadas a la Ciudad de México para recibir atención especializada en el Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados de México (Ceniaq), del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). El viernes fueron trasladados los primeros dos pacientes y el domingo se tiene previsto el envío de otros dos. A mediados de semana seis niñas con quemaduras de segundo y tercer grado fueron enviadas a un hospital de Estados Unidos.
La Conred informó que a causa de la catástrofe, un total de 4.175 personas debieron ser albergadas y se estima que el número de afectados se eleva a 1,7 millones de personas.
A la labor de «recuperación», a cargo de brigadas guatemaltecas, se unieron este sábado unidades internacionales como los «topos» de México, con vasta experiencia en terremotos
Los bomberos de Guatemala dijeron que de la acción de «rescate» desplegadas desde el domingo -aunque interrumpida el miércoles por la inestabilidad y riesgos de nuevos flujos piroclásticos y lahares-, se pasó a la de «recuperación» de cadáveres desde este sábado.
Como parte de los esfuerzos, las brigadas, junto a voluntarios, excavaron en terrenos de las aldeas San Miguel Los Lotes y El Rodeo, en Escuintla, y El Porvenir, en San Juan Alotenango, Sacatepéquez, sepultadas bajo toneladas de ceniza y lodo.
Estas fueron las comunidades más golpeadas por la erupción del domingo.
Cerca del área de desastre y en los albergues, donde permanecen más de 4.000 personas, muchos aún se aferran a la esperanza de que sus familiares sean localizados.
Los esfuerzos de las brigadas de recuperación, sin embargo, enfrentan las condiciones de riesgo, aumentadas por las lluvias, y las impenetrables capas de lodo y ceniza que sepultaron las comunidades.
Ocho integrantes de la Brigada Internacional de Rescate Topos Azteca (BIRTA), de México, comenzó a trabajar en San Miguel Los Lotes después que un niño informó la ubicación de su casa, de la cual fue el único sobreviviente de un grupo familiar de 11 miembros.
También participan en la labor los miembros de la Unidad Humanitaria de Rescate (UHR) del Ejército de Guatemala, los bomberos, unidades especializadas de la Conred y de la Policía Nacional Civil (PNC).
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) informó que con ayuda de un experto vulcanólogo japonés evalúa el cráter del Volcán de Fuego debido que se identificó el viernes una enorme fisura en su cuerpo derivada de la potente erupción.
El Insiviumeh descartó que se trate de un nuevo cráter y dijo que ésta se ubica en el sector oriente del volcán y que provocó el viernes el flujo de material piroclástico que levantó columnas de humo de 6.000 metros.