Berlín, 26 mar (dpa) – Hasta el fin de los tiempos, cada vez que se enfrenten las selecciones de Alemania y Brasil habrá inevitablemente un recuerdo sobrevolando: el 7-1 del Mundial 2014. Ni hablar si se trata del primer encuentro desde aquella jornada para la historia del fútbol en Belo Horizonte.
El contexto es muy diferente: no es una semifinal del Mundial, sino apenas un amistoso. Sin embargo, el duelo que mañana jugarán ambos equipos en Berlín cuenta con una gran carga simbólica y emocional.
«Es parte de nuestra historia. La herida está todavía abierta. Estamos en etapa de reconstrucción y emocionalmente es importante que enfrentemos a Alemania», declaró el seleccionador de Brasil, Tite.
La «canarinha» de hoy en día, en rigor, apenas tiene algo que ver con la de hace cuatro años. Bajo la batuta de Tite, el equipo ha mejorado notablemente, llegando incluso a superar su gran dependencia del lesionado Neymar, como se demostró en el 3-0 del viernes ante Rusia.
Brasil, el equipo que más veces se ha coronado campeón del mundo, no quiere desperdiciar la primera oportunidad que se le brinda para demostrar su resurgir. Su principal objetivo consistirá en enfrentar sin sentimentalismos los fantasmas del pasado.
Por experiencia, sabe que los errores ante Alemania, la vigente campeona, se pagan caros. La dolorosa goleada sufrida en Belo Horizonte el 8 de julio de 2014 ante la «Mannschaft» dejó a Brasil con el ánimo por los suelos y la confianza hecha pedazos.
El partido pasó a los anales de la historia como el peor desempeño de la pentcampeona en una cita mundialista. Su recuerdo todavía provoca más de un escalofrío.
«Cuando sufres una paliza como esa no la olvidas. Es muy instructivo», dijo Tite sobre el significado del partido. «Va a ser un partido difícil en Berlín (…) El juego es importante pero también quiero un buen resultado», señaló.
Miranda, defensor central de la selección brasileña, cree que el conjunto sudamericano está preparado para el desafío. «Hoy la selección está mucho mejor preparada y lista para enfrentar a Alemania, una de las favoritas a ganar el Mundial», señaló.
El desastre de hace cuatro años tuvo como efecto más inmediato la salida de Luiz Felipe Scolari, quien dejó el banquillo de la «canarinha» en manos de Carlos Dunga. Pero la reconstrucción llegó recién dos años después, cuando asumió Tite.
Desde entonces, el combinado nacional brasileño parece haber recuperado su esencia. El equipo vuelve a sentirse cómodo en el campo, consolidó una idea y, en sólo dos años, se convirtió en una de las grandes candidatas a ganar el Mundial.
Además, ya no acusa su tradicional dependencia de Neymar, cuya ausencia ante Alemania hace cuatro años fue un factor clave en la desestabilización del equipo.
Tite por supuesto que desea contar con Neymar en su once inicial, pero pide no estar demasiado pendiente de la ausencia. «Tenemos que tener la fortaleza para superar adversidades como ésta», señaló en referencia a la situación del astro del Paris Saint-Germain.
Por el momento, Brasil ha hecho bien sus deberes. Ante Rusia, la «canarinha» demostró su capacidad de ganar y dominar sin Neymar. «Queremos jugar al fútbol, ser competitivos, mentalmente fuertes y poner una idea en juego. El objetivo es imponer nuestro juego», recalcó Tite.
Los centrocampistas del Barcelona Philippe Coutinho y Paulinho dejaron muy buena impresión en Moscú, con sendos goles. Además, el empate de Alemania por 1-1 ante España el pasado viernes en Düsseldorf les hace ser positivos.
Tite sólo hará un cambio en relación al once que venció a los anfitriones del Mundial. Fernandinho será titular en lugar del punta Douglas Costa para intentar disputarle el balón en la medular al sólido equipo teutón. Costa no tuvo en Rusia una actuación destacada como sustituto de Neymar.
En la antesala del duelo, los alemanes se mantienen cautos y evitan referirse demasiado a la gesta del 7-1. «Creo que Brasil está dos niveles por encima a como estaba en 2014», apuntó el mediocampista del Real Madrid, el alemán Toni Kroos.
«La motivación va a ser increíblemente alta para intentar borrar el 7-1», dijo el seleccionador germano, Joachim Löw, hoy en una rueda de prensa previa al amistoso.
«Pero no creo que los jugadores sufran por el trauma. Todo el que ha tenido un bache así ha salido otra vez», precisó a reglón seguido el técnico, que elogió también el trabajo de su colega Tite al frente de la «canarinha». Los brasileños «se han reinventado», aseguró.
Por Nils Bastek (dpa)