Marsella (Francia), 8 jul (dpa) – Sin goles de los delanteros no se puede. Alemania sufre del mismo problema que España: domina los partidos, apabulla en la posesión, pero le falta efectividad ante el arco contrario.
El único acierto total en la derrota por 2-0 ante Francia en las semifinales de la Eurocopa de fútbol de Francia lo tuvo el jueves Mats Hummels en su análisis del partido.
¿A quién echó más en falta el equipo -le preguntaron al defensa, que no jugó por sanción, en las catacumbas del estadio de Masella-, a él o al lesionado Mario Gómez?
«¡A Mario!», respondió sin dudar. «Defensivamente no hicimos un mal trabajo. Nos ha faltado sobre todo alguien que meta el balón dentro».
La falta de gol fue el problema principal del campeón del mundo en las semifinales, pero no sólo en ese partido: siete goles en seis duelos son muy poco para ganar la Eurocopa.
Mucha posesión, muchos ataques y suficientes ocasiones, pero ningún resultado. Una deficiencia con la que convive España, uno de los principales ejemplos sobre los que Joachim Löw construyó su nueva Alemania, desde hace tiempo.
«No diría que es incapacidad. Tuvimos algo de mala suerte ante el arco», dijo el arquero Manuel Neuer. «Si algo podemos reprocharnos -añadió el centrocampista Toni Kroos- es no haber sido tan fríos y no haber aprovechado nuestras oportunidades como hace dos años (en el Mundial)».
En Brasil, Alemania logró 18 goles en siete partidos, 13 de los delanteros, de los que cinco fueron de Thomas Müller. El delantero del Bayern Múnich, sin embargo, no pudo cubrir la ausencia de Gomez ante Francia y terminó el torneo sin romper la «maldición» en las Eurocopas, donde no ha marcado ningún gol en dos ediciones.
La falta de efectividad afecta al equipo desde la fase de clasificación al torneo europeo, algo de lo que Löw se quejó repetidamente. Una de sus principales tareas camino de Rusia 2018 será mejorar eso.
«Pero no sé muy bien cómo se puede entrenar algo así», admitió Hummels.
Se trata también de una cuestión de sistema y elección de jugadores. La Eurocopa demostró que delanteros centro como Gómez siguen siendo insustituibles. El falso nueve con Mario Götze no funciona más ante las grandes selecciones.
«Cuando los equipos se encierran tanto atrás, alguien como Mario, que irradia potencia física, presencia y juego aéreo, viene muy bien», insistió Hummels. «Ahora nos vamos a casa y en dos años lo intentaremos de nuevo».
Por Klaus Bergmann