Berlín, 16 sep (dpa) – Alemania amplió hoy los controles fronterizos a todas sus fronteras en un esfuerzo por limitar la inmigración ilegal, en una medida que, según los críticos, amenaza las normas de libre circulación del espacio Schengen.
La policía alemana puso en marcha desde la medianoche controles en los pasos con Luxemburgo, Bélgica, Países Bajos y Dinamarca, ampliando los controles previos en los pasos con Polonia, República Checa, Austria, Suiza y Francia.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, que ordenó los controles, ha prometido que los viajeros transfronterizos no deben esperar grandes perturbaciones del tráfico.
Faeser registró formalmente los nuevos controles ante la Comisión Europea hace una semana, alegando que son necesarios debido al elevado número de inmigrantes que llegan a Alemania.
En principio durarán seis meses, pero podrían prorrogarse. Los controles en la frontera con Austria llevan en marcha desde 2015.
Aunque los 29 países firmantes del Acuerdo de Schengen, que incluyen a la mayoría de los miembros de la Unión Europea, así como a Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein, permiten en general la libre circulación a través de sus fronteras interiores, han vuelto los controles en algunos pasos debido a la situación de los migrantes y a la amenaza del terrorismo islámico.
Los controles fronterizos permiten a las autoridades devolver a los migrantes, un procedimiento mucho más sencillo que deportarlos tras su entrada. Desde octubre de 2023, Alemania ha devuelto a unos 30.000 migrantes sin derecho legal a entrar en el país.
La cuestión de la migración volvió a ocupar un lugar destacado en la agenda política cuando el mes pasado un sirio que debía ser deportado mató a tres personas en la ciudad occidental de Solingen.