Berlín, 13 may (dpa) – Alemania no cumplirá con los objetivos para combatir el cambio climático que se había prefijado, según admitió el Gobierno de Angela Merkel en el Informe de Protección del Clima 2017 acordado hoy en Consejo de Ministros.
La potencia europea, que confirma así oficialmente su retraso en el cumplimiento de sus compromisos medioambientales, estima que superará en ocho puntos porcentuales el objetivo que inicialmente se había marcado.
En un principio, Berlín confiaba en reducir hasta 2020 un 40 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con 1990. En la actualidad, el Ejecutivo de Angela Merkel considera que esta merma tan solo se podrá situar en el 32 por ciento.
«Las razones para esto son, entre otras, que en los pasados años se dio un desarrollo inesperadamente dinámico de la coyuntura así como un claro crecimiento inesperado de la población», reza el informe del Gobierno alemán.
Hasta 2017, Alemania logró reducir un 28 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con datos de las autoridades medioambientales del país. Además, en la primera economía de Europa si bien las emisiones de dióxido de carbono se han reducido de forma significativa en la industria de la energía, apenas se han registrado avances en áreas como la del transporte, diagnostica el informe.
«En la política climática se han dado negligencias en las últimas décadas que no pueden repararse en poco tiempo. Tenemos que volver a tomar rápidamente el rumbo y lograr nuestro objetivo del 40 por ciento tan rápido como sea posible», señaló la ministra de Medio Ambiente germana, la socialdemócrata Svenja Schulze.
El Informe de Protección del Clima del Gobierno alemán describe las etapas que la potencia se ha fijado para ir abandonando de forma progresiva el uso del carbón, dado el gran daño que causa al medio ambiente y determina las medidas que Berlín tiene previsto llevar a cabo para acercarse lo más posible a su objetivo de 2020 así como a la meta que se han marcado internacionalmente los países para 2030.
En el actual Gobierno de coalición entre conservadores y socialdemócratas existe cierto desacuerdo sobre cómo se debe llevar a cabo la transición energética en el país.