Potsdam (Alemania), 14 jun (dpa) – La justicia alemana comenzó a procesar hoy al presunto autor de la muerte de dos niños que fueron asesinados el pasado año, entre ellos un menor refugiado de cuatro años proveniente de Bosnia.
El juicio contra Silvio S. se inició en la ciudad de Potsdam, al suroeste de Berlín, entre grandes medidas de seguridad debido a que el acusado había sido amenazado previamente en las redes sociales.
El presunto infanticida guardó por el momento silencio ante las autoridades judiciales aunque su abogado apuntó que seguramente conteste a las preguntas del juez más adelante.
El pasado año, cuando se registró la llegada de más de un millón de solicitantes de asilo al país, el caso provocó un gran estupor y llamó la atención sobre la situación caótica que se estaba viviendo en un centro de registro de refugiados de Berlín, porque el niño bosnio fue raptado cuando se encontraba en sus instalaciones.
El acusado, un guardia de seguridad de 33 años, reconoció haber secuestrado, sometido a abusos sexuales y asesinado con un cinturón al niño refugiado, de nombre Mohamed, cuando éste comenzó a llorar.
Asimismo, también admitió haber raptado mientras jugaba en un patio de Potsdam al pequeño Elias, un niño alemán de 6 años de edad. En este caso, el presunto asesino intentó abusar del pequeño y posteriormente acabó con su vida.
Durante la primera jornada del juicio, la madre del niño alemán declaró que había advertido a su hijo en repetidas ocasiones no confiar ni entrar en contacto con desconocidos.
También relató que el pequeño jugaba en el patio con piedras y palos y que ella podía vigilarlo desde la ventana de su casa. «Cada diez o quince minutos echaba un vistazo. Después salí a fumar y constaté que ya no estaba», recordó la joven ante el juez vestida de negro riguroso.
A continuación, según su testimonio, procedió a buscar a su hijo, primero sola, después con ayuda de amigos y finalmente se decidió a llamar a la policía. «Sentí que no me tomaban en serio», señaló la mujer en referencia a sus primeras conversaciones con las fuerzas policiales.
Posteriormente, se intensificó una búsqueda que se prolongó durante semanas y que solo se dio por concluida una vez que se constató la muerte de un segundo niño, concretamente la del pequeño refugiado Mohamed.
El niño de origen bosnio desapareció a principios de octubre del centro de registro de refugiados de Berlín donde se encontraba en compañía de su madre.
El caso se resolvió una vez que la madre del acusado reconoció a su hijo en las fotografías distribuidas por las fuerzas de seguridad y llamó a la policía. Gracias a este aviso, Silvio S. fue detenido a finales de octubre, momento en el que se descubrió que también había sido presuntamente responsable de la muerte del pequeño Elias.
El presunto asesino se enfrenta a cadena perpetua.