Berlín, 20 ago (dpa) – El ministro de Finanzas de Alemania, Olaf Scholz, calificó de éxito el fin del programa de rescate de Grecia, que tras ocho años recibiendo ayudas económicas internacionales concluye oficialmente hoy.
«Las profecías agoreras no se han cumplido. Eso es bueno», señaló el político socialdemócrata en una entrevista publicada en el diario económico germano «Handelsblatt».
«El rescate de Grecia también es una señal de solidaridad europea», agregó.
Hoy expira el tercer programa de rescate europeo, lo que obliga a Atenas a autofinanciarse nuevamente después de haber recibido desde 2010 créditos internacionales para evitar la bancarrota.
Según el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Grecia recibió en total 289 millones de euros a cambio de realizar duras reformas, recortes sociales y subidas de impuestos. No está claro si a largo plazo el país logrará salir adelante por sí mismo.
Por su parte, el ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis aseguró que el país heleno continúa en la misma mala situación que hace ocho años, cuando comenzó a recibir créditos internacionales.
«Grecia está en el mismo punto, en el mismo agujero negro y cada día se hunde un poco más en ese agujero», declaró el político de izquierdas, también fundador del Movimiento por la Democracia en Europa 2025 (DiEM25), en una entrevista publicada hoy por el diario alemán «Bild».
En opinión de Varoufakis, las dificultades que afronta Grecia se deben en buena parte a que los recortes impuestos por los acreedores de Grecia en los últimos años han frenado las inversiones y el consumo. «La deuda pública no se ha reducido, sino que ha aumentado. Ahora simplemente tenemos más tiempo para pagar nuestras deudas», recalcó.
El ex ministro heleno recordó que tras ocho años de programas de rescate el Estado griego está todavía en situación de quiebra, los ciudadanos son ahora más pobres y que las empresas están en bancarrota.
Varoufakis, cuyas declaraciones directas y ataques contra la austeridad alemana y los recortes dictados desde Bruselas hacían correr ríos de tinta en pleno rescate de Grecia, desempeñó el cargo de ministro de Finanzas en el primer Gobierno de Alexis Tsipras durante menos de seis meses en 2015.
El carismático profesor de Economía presentó su dimisión horas después de que la ciudadanía Grecia mostrase en un referéndum su rotundo rechazo a las condiciones del rescate propuesto por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. Su salida del Gobierno, dijo en aquel entonces, podría ayudar al Ejecutivo de Tsipras a alcanzar un acuerdo con las instituciones europeas.