Tokio, 7 ago (dpa) – El veterano piragüista alemán Ronald Rauhe lloró de emoción al obtener el oro en la modalidad por equipos en 500 metros (K4-500), así como tras recibir en su teléfono móvil la foto de su hijo en Alemania.
«Mi hijo empezará a ir al colegio en las próximas dos, tres o cuatro horas, pero acabo de recibir una foto», explicó.
Su voz vaciló, lloró, para agregar: «Aun así, tengo una foto en la que estaban despiertos a las tres de la mañana viendo mi carrera. Eso me enorgullece. La familia jugó una parte muy, muy importante (en mi carrera)».
El equipo masculino alemán ganó la primera medalla de oro de su historia en la modalida de kayak en 500 metros (K4-500) al imponerse a España y Eslovaquia.
La tripulación alemana formada por el propio Rauhe, Max Rendschmidt, Tom Liebscher y Max Lemke se impuso a la española tan solo por 226 milésimas y completó los 500 metros en un minuto y 22,219 segundos.
Justo después de la línea de meta, el veterano de 39 años fue el primero en salir de la embarcación y abrazó con efusividad primero a Rendschmidt y luego a sus otros dos compañeros.
«No podría haber soñado ni deseado otra cosa. Eso hace que sea fácil para mí terminar mi carrera hoy», dijo Rauhe, quien se retirará al concluir estos Juegos y se convierte en el piragüista más laureado de la historia en Alemania.
Además, posteriormente fue nombrado abanderado de Alemania para la ceremonia de clausura de los Juegos, a celebrarse el domingo, tal y como anunció el Comité Olímpico Alemán (DOSB).
«Nunca había participado en una ceremonia de inauguración (de unos Juegos). Llevar la bandera al estadio es la coronación a mi carrera», dijo. «Doy las gracias a todos los que me han apoyado y, sobre todo, a mi familia», añadió.
Tras el bronce en Sidney 2000, el oro en Atenas 2004, la plata en Pekín 2008 en el kayak doble y el bronce en Río 2016 en el individual, Rauhe, 16 veces campeón del mundo, logró cerrar hoy su carrera con este oro en Tokio.
«Cuando era pequeño, veía las piragüas rosadas (color del equipo alemán) en los Juegos Olímpicos. Todos los piragüistas que crecen en Alemania aspiran a ello y desean sentarse en la embarcación rosa en los Juegos Olímpicos como en su sueño de la infancia», contó.
«La historia que hay detrás es aún más conmovedora. Así lo viví de niño y así sigue siendo hoy», agregó.