‘Al filo de lo imposible’ emite esta semana una entrega monográfica con vivencias en el medio acuático que resultan toda una aventura submarina. Se muestran experiencias de espeleobuceo, apnea deportiva, kayak alpino en marcos excepcionales como la Fuentona de Muriel, los Cenotes Sagrados de Yucatán, las aguas del Mediterráneo o la bahía escocesa de Scapa Flow.
Las grandes expediciones acuáticas de ‘Al filo de lo imposible’ tuvieron su primer contacto en uno de los tubos volcánicos más largos e impresionantes del mundo: el túnel de la Atlántida.
La Fuentona de Muriel, en Soria, es una cavidad única en la Península Ibérica solo al alcance de aquellos capaces de traspasar un sifón a más de 50 metros de profundidad. Un lugar guardado por la oscuridad que siempre estará ligado al espeleobuceo y a sus espectaculares avances.
Los Cenotes Sagrados de Yucatán han sido durante siglos uno de los tesoros vitales para los mayas. Un universo desconocido de infinita belleza y misterio. Son cavidades que se originan por la filtración constante de agua sobre la piedra caliza y que forman un gigantesco laberinto de galerías inundadas. Además de atesorar un inmenso patrimonio natural, guarda la memoria de la civilización maya.
En la bahía escocesa de Scapa Flow se viven una de las aventuras submarinas más emocionantes. En junio de 1919, al finalizar la primera guerra mundial, la bahía fue testigo de un hecho insólito: el hundimiento de toda la flota alemana que estaba fondeada allí. En ninguna otra parte del mundo hay un cementerio submarino con tal concentración de buques de guerra.
Las aguas del Mediterráneo esconden desde hace siglos buques y navíos que en su día surcaron los mares. Pero es en la costa de Tarragona donde se encuentran los restos de un barco que participó en una de las aventuras más asombrosas de la historia naval.
En la historia de la apnea deportiva, solo seis hombres han sido capaces de descender por debajo de los 120 metros de profundidad con una sola bocanada de aire. Miguel Lozano, es uno de ellos. Con él ‘Al filo’ se sumerge en un viaje que lleva a descubrir los sorprendentes secretos que esconde la práctica del buceo libre.
El primer contacto con las aguas bravas fue en el Pirineo. El atractivo del kayak alpino, no es sólo físico. El descubrimiento de paisajes excepcionales forma parte de la aventura del descenso. Tras la vivencia pirenaica el equipo se propuso descender en kayak por los ríos con las aguas más salvajes del mundo con la ayuda de Antxon Arza.