La consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos, María Jesús Álvarez, entrega hoy, en Tineo, los títulos de propiedad a 105 dueños de fincas de las concentraciones parcelarias de San Félix y Baradal-Vallamonte, que han supuesto una inversión de 1.682.424 euros. Estas dos actuaciones se complementan con sendas redes de caminos para mejorar el acceso a las fincas y a los diferentes núcleos relacionados con la operación.
El Principado ha invertido 1.307.598 euros en la concentración parcelaria de San Félix, en la que se ha actuado sobre un total de 859 parcelas, que, tras el proceso de concentración, se han transformado en 237. La superficie total concentrada se eleva a 201 hectáreas de los núcleos rurales de Ablaneda, Piñera, Cabanas, San Félix y Agoveda. Afecta a un total de 73 propietarios.
Además, se han realizado obras en 20,4 kilómetros de la red de caminos para habilitar el acceso rodado a las nuevas fincas, así como a todos los pueblos, acondicionando los viales con hormigón y aglomerado asfáltico. También se ha dotado a los caminos de un ancho adecuado para el tránsito de vehículos agrícolas y forestales.
En el caso de la concentración parcelaria de Baradal-Vallamonte, la superficie total es de 111 hectáreas en ambos núcleos rurales. El número de propietarios es de 32 y se han conseguido realizar 99 nuevas fincas de las 296 parcelas aportadas. La inversión asciende a 374.826 euros.
También se ha complementado el proyecto con una red de caminos de 6,3 kilómetros, que permite mejorar el acceso rodado a Baradal y Vallamonte, así como a las nuevas fincas y explotaciones. Al mismo tiempo se han acondicionado los caminos para facilitar las tareas agrícolas y forestales.
María Jesús Álvarez ha afirmado que el modelo de concentración parcelaria mejora la competitividad en el medio rural, dado que conlleva la ordenación territorial del espacio, la reorganización de la propiedad para atajar el minifundismo y favorece la creación de unidades mínimas de cultivo agrícola y forestal.
Esta fórmula aumenta la productividad ya que se ordenan los cultivos, se incrementa la superficie cultivable, se eliminan espacios inútiles y servidumbres al tiempo que mejoran las condiciones de trabajo con la construcción de redes de caminos. “Esto es, sin duda, un elemento importante a la hora de tener en cuenta la competitividad de las explotaciones, porque hace falta una buena base territorial y que pueda ser mecanizada”, ha declarado la consejera.