Wolfsburgo (Alemania), 23 sep (dpa) – A principios de septiembre, Martin Winterkorn ganó el pulso al patriarca del gigante automotor Volkswagen, Ferdinand Piech, para asegurarse la permanencia al mando del grupo automovilístico hasta finales de 2018.
Pudo saborear el triunfo unas pocas semanas. El otrora poderoso ejecutivo -el mejor pagado de Alemania- deja el puesto en medio del escándalo por la manipulación de emisiones ambientales de millones de automóviles de Volkswagen en todo el mundo.
Winterkorn es considerado un obsesivo de la tecnología y muy detallista. El «Mr. Qualität» («Señor Calidad»), como lo solían llamar por los pasillos de la empresa, se obstinaba en tomar personalmente cada decisión importante.
Antes del lanzamiento de un nuevo modelo al mercado se personaba en la fábrica y no era raro que reclamase algún cambio de último momento. Siempre trató de estar cerca de la plantilla.
Winterkorn nació en 1947 cerca de la ciudad de Stuttgart, hijo de un trabajador y una ama de casa. Tras los estudios universitarios y el doctorado en Física de Metales comenzó a trabajar en 1977 en el fabricante de componentes Bosch.
Cuatro años más tarde se incorporó a la automotriz Audi y escaló puestos hasta llegar a la presidencia ejecutiva en 2002. Cinco años más tarde asumía el máximo puesto directivo en la matriz Volkswagen.
El éxito cosechado a su paso en Audi también acompañó a este padre de dos hijos en sus primeros años en Volkswagen. Winterkorn amplió el grupo a doce marcas y obtuvo cifras récord de facturación y llegó a superar a Toyota el primer semestre de 2015 como líder del sector.
Pero también enfrentó problemas, como la baja rentabilidad de la marca Volkswagen, que lo llevó a poner en marcha un plan de ajustes. Asimismo le causaron quebraderos de cabeza las ventas en el mercado de Estados Unidos, donde precisamente estalló el escándalo que ahora le costó el puesto.
Por María Laura Aráoz