Desde hace tiempo, y gracias especialmente a la expansión de internet, es evidente que acudir al concesionario no es la única opción de comprar un coche. Prácticamente vemos cada día en radio y televisión promociones sobre empresas que compran y venden coches de segunda mano utilizando como plataforma principal una página web.
Una de esas alternativas a visitar el concesionario es la de las subastas. Las subastas de coches han permanecido durante mucho tiempo como una forma de negocio un tanto oculta, pero para dar transparencia a esto, internet también ha jugado un papel importante. En la web Cotw (Cars on the Web) podemos acudir a subastas de coches baratos procedentes de toda Europa.
¿De dónde proceden los vehículos de las subastas?
Habitualmente, los coches que participaban en las subastas procedían de los que formaban parte del Parque Móvil del Estado o de decomisos policiales. Pero en los últimos años han aparecido otras vías, como algunos bancos y empresas de renting que utilizan esta fórmula como un señelo atractivo para liquidar los automóviles que forman parte de su flota de alquiler.
Para estas empresas o instituciones, deshacerse de estos vehículos a los que ya no les dan uso mediante una subasta es una forma de recuperar parte de la inversión realizada previamente.
Las subastas de vehículos por internet, o más bien, las webs que se dedican a ello, en realidad trabajan como intermediarias entre comprador y vendedor. No obstante, y a pesar de que los vehículos en las subastas suelen estar en muy buenas condiciones, esto no siempre es así, y hay que vigilar algunos aspectos, y sobre todo mostrarse cauteloso en las pujas, para no sobrepasar el límite de presupuesto fijado.
Los consejos para participar en subastas de vehículos
Habitualmente, en las subastas de coches no se obliga a cumplir ningún requisito, salvo, obviamente, el de disponer de la cantidad que se va a pujar. Si se trata de una puja presencial, suele ser común obligar a los que participan entregar una cantidad variable como fianza.
Esto puede ser un hándicap en el caso de que lo que esté en juego sea un coche valorado en varios millones de euros. En cualquier caso, la fianza solo se pierde si el participante en la subasta decide echarse atrás en una oferta.
Las principiales recomendaciones para adquirir un vehículo pasan por conocer a fondo los vehículos que se subastan y tener bien claro que hay que marcarse un máximo de inversión. Esos son los comportamientos o los hábitos a seguir durante la subasta para quienes participan en ella. Sin embargo, existen otros consejos para evitar ser timados en estas operaciones que merece la pena seguir.
Uno de ellos es evitar esa práctica común de muchos vendedores, que manipulan el cuentakilómetros a la baja para que el valor del coche aumente. Esto es un delito de fraude si se detecta. Una forma de evitarlo es que, junto con los papeles del vehículo, se incluya un documento que certifique los kilómetros reales del coche. Ya advertimos que esto no suele ser lo más frecuente.
Muy relacionado con los «trucos» de los vendedores están los posibles daños que, a primera vista, el comprador puede no detectar. La solución en este caso para por acudir a un peritaje profesional que descubra esos desperfectos ocultos. No suelen ser de mucha gravedad, pero en la mayoría de ocasiones estos «fallos» tienen que ver con que han pasado mucho tiempo aparcados en la calle sin que nadie los cuide y esto influye en su conservación.
Un segundo consejo es exigir el libro de mantenimiento oficial o bien un vehículo que acredite el historial del vehículo y, además de esto, acudir a un mecánico de confianza para que revise todo lo relacionado con la mecánica del motor.
La tercera recomendación tiene que ver con el estado legal del vehículo. Si el coche procede de decomisos policiales, es muy posible que venga con cargas o multas. Durante la venta del vehícuclo, todas estas cargas han de estar liquidadas. Para no tener dudas, lo mejor es acercarse a una Jefatura de Tráfico y solicitar el conocido como Informe de matrículas. Su precio es de unos 20 euros pero con esta información ya queda claro cuál es el estado legal real del coche.