Krasnodar/Kaliningrado, 24 jun (dpa) – La selección española de fútbol cerrará mañana su participación en la fase de grupos del Mundial con un choque ante Marruecos en Kaliningrado que afrontará con dos claras premisas: ganar y golear para mejorar sus opciones de ser primero.
En el Grupo B sólo se sabe que Marruecos está eliminada. El resto está completamente abierto. Incluso puede ocurrir una eliminación de España si se dan ciertos resultados que en principio parecen alejados de la lógica, pero que a estas alturas ya no se puede descartar dentro de un Mundial tan abierto a las sorpresas.
La selección española cuenta con cuatro puntos, los mismos que Portugal y uno más que Irán, que se medirá a los lusos en un choque por el todo o nada. En caso de igualdad a puntos, decide la diferencia de goles, por lo que marcar y no recibir podría inclinar la balanza por el liderato.
A estas alturas, ser primero no es un asunto menor, pues el segundo se marchará a la parte del cuadro mundialista a priori más indeseada, donde estarían selecciones como Alemania, Brasil, Francia o Bélgica. Una diferencia sustancial.
«Nuestra obligación es hacer un buen partido, sumar tres puntos y si se puede ser primero de grupo, menor. Va a ser un partido complejo. Confiamos mucho en nuestras condiciones, características y fortalezas», explicó hoy el seleccionador español, Fernando Hierro.
Su equipo afronta la cita ante Marruecos con tanta ilusión como incertidumbres. ¿Será el equipo alegre que empató 3-3 ante Portugal o el conjunto que tantas dificultades pasó para defender el mínimo triunfo ante un equipo como Irán? Serán 90 minutos para ofrecer una respuesta concluyente.
Una de las incógnitas es ver qué perfil asume el propio Hierro con su alineación. No sólo está la cuestión sobre si planteará un encuentro ofensivo, sino qué piezas moverá. En un Mundial también es importante refrescar al equipo e intentar implicar a la mayoría de futbolistas, no sólo contar con un once básico.
No se esperan cambios en el arco ni la defensa, pero el resto del equipo está abierto a modificaciones. Habrá que ver si Hierro apuesta por añadir un delantero más para jugar junto a Diego Costa, que podría ser Iago Aspas, y cuál es su apuesta en el centro del campo.
Quizá piense que es momento de dar descanso al veterano Andrés Iniesta, habida cuenta de que no habrá muchas más oportunidades durante este Mundial. Algunas opciones son Thiago Alcántara o la presencia de Marco Asensio, un jugador con verticalidad y gol.
Marruecos sólo juega por el honor, aunque bien es cierto que en sus dos partidos anteriores ofreció un buen nivel y seguramente no mereció saldarlos con derrotas. Tiene jugadores que quieren atacar, pero sus errores defensivos les están penalizando duramente.
La cuestión es ver si la ausencia de objetivos les libera de presión o si, por el contrario, no tener nada en juego les quita la motivación necesaria para medirse a un rival como la selección española. Y más si recibe un gol pronto, que debería ser uno de los objetivos españoles.
«El pueblo de Marruecos debe estar orgulloso de su equipo», manifestó su seleccionador, Hervé Renard, tras caer 1-0 ante Portugal. Fue el mismo resultado del primer encuentro ante Irán, aunque éste se produjo en circunstancias mucho más dolorosas: con un gol en propia puerta en el tiempo de descuento.
De alguna forma, la selección marroquí es lo que representa su delantero Nordin Amrabat, un futbolista con buen trato de la pelota que sin embargo no tiene gol. Sufrió un golpe en la cabeza en su debut y espera estar en plenas condiciones en su despedida del Mundial.
«Tenemos que ser profesionales, y más ante un rival como España. Debemos encarar el partido correctamente desde el punto de vista psicológico, encontrar una razón por la que luchar. Mi trabajo es mentalizar a mis jugadores y volver a dar el máximo», manifestó Renard.
Será un partido que marcará no sólo el destino inmediato de España y su cruce de octavos, sino las sensaciones a las que se enfrentará en los próximos partidos si continúa en el Mundial, como debería. Una victoria solvente y el liderato reforzaría notablemente la moral de una selección ávida de estímulos positivos después del cambio de seleccionador a dos días de comenzar el Mundial.
Por Alberto Bravo (dpa)