Río de Janeiro, 20 jun (dpa) – La ola de inseguridad que afecta desde hace tiempo a Río de Janeiro sumó un «capítulo celestial»: en la Iglesia de Praça Seca, al oeste de la ciudad, un delincuente se robó dos recipientes bañados en oro y llenos de hostias bendecidas.
El robo ocurrió el martes en la Parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y fue difundido hoy por la prensa. El ladrón aprovechó un horario en que la iglesia estaba vacía, forzó la puerta de la capilla y se llevó las hostias que habían recibido la bendición del cura.
«Los fieles están consternados, porque para nosotros, los católicos, la Eucaristía es el momento más sagrado de la Iglesia. Estamos dolidos, pero debemos reafirmar nuestra fe y esperanza: no responderemos violencia con violencia», afirmó Luiz Antonio, funcionario parroquial, al diario «O Globo».
La Policía Civil de la ciudad está investigando el caso. En lo que va del año, ya fueron registrados más de 60.000 hurtos en las comisarías de Río.