Berlín, 15 jun (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, insiste en que la cuestión de los refugiados debe solucionarse a nivel europeo y no unilateralmente como exige su socio de Gobierno y ministro de Interior, Horst Seehofer, informó hoy el portavoz de la mandataria, Steffen Seibert.
«Alemania tiene una gran responsabilidad con la Unión Europea (UE)», declaró el portavoz en uno de los tradicionales encuentros semanales con la prensa, en Berlín, que en esta ocasión estuvo centrado en la grave crisis de Gobierno que atraviesa Merkel después del ultimátum dado por el líder de la Unión Cristianosocial (CSU), partido hermanado de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.
«No podemos hacer nada que debilite a la UE y no podemos permitir que un proceder puramente nacional establezca el tono de nuevo», indicó Seibert al mismo tiempo que recordó las palabras pronunciadas el jueves por la tarde por Merkel en las que insistió en la necesidad de «no actuar unilateralmente, ni actuar sin coordinación, ni a expensas de terceros».
Sin embargo, una portavoz del Ministerio de Interior declaró por su parte que el titular de Interior quiere rechazar inmediatamente en la frontera alemana a los refugiados que ya estén registrados en otros países de la UE en base a que según el acuerdo de Dublín deben pedir asilo en el país que pisan por primera vez.
Esta medida cuenta con la férrea oposición de Merkel que cree que lo único que se conseguiría es sobrecargar a los países con fronteras exteriores de la UE como Italia sin solucionar el problema.
El lunes, Seehofer quiere someter su plan de asilo a votación dentro de su partido, en Múnich, para ponerlo en marcha inmediatamente valiéndose de sus poderes ministeriales, aunque no cuente con el apoyo de la mandataria alemana.
Baviera, principal puerta de acceso de los solicitantes de asilo a Alemania, celebra elecciones el próximo 14 de octubre. Con la mirada puesta en esta cita, la CSU quiere evitar que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) capitalice el descontento popular sobre la cuestión migratoria a su favor como ya hizo en las generales de septiembre, donde se alzó como tercera fuerza política gracias a un discurso xenófobo y antiislamista.
Su deseo de aplicar una política migratoria más dura llevó a Seehofer a exigir el puesto de ministro de Interior en las arduas negociaciones de principios de año para formar Gobierno con los socialdemócratas, que ahora asisten estupefactos a las tensiones internas entre los conservadores que amenazan con resquebrajar el Gobierno.