Moscú, 3 jun (dpa) – El Mundial de fútbol de Rusia ya tiene listos dos de los elementos más importantes para su inauguración: el balón y el trofeo.
Después de un viaje por más de 50 países y por distintas ciudades de Rusia durante los últimos meses, el trofeo del Mundial arribó hoy a Moscú, a 11 días del inicio del certamen. Y horas más tarde, la pelota con la que se jugará el primer partido del torneo regresó a la Tierra procedente del espacio, donde pasó los últimos dos meses.
«Hoy Moscú se está convirtiendo en la capital del fútbol mundial. Estamos recibiendo por un buen tiempo el trofeo de la Copa del Mundo», afirmó Sergei Sobyanin, alcalde de Moscú, en la pequeña ceremonia de recepción.
En tanto, el director general del Comité Organizador, Alexei Sorokin, remarcó que el país ya está preparado para albergar el torneo. «Todas las ciudades y todos los estadios ya están listos para el Mundial», indicó el funcionario, citado por la agencia Tass.
El trofeo del Mundial comenzó un tour a lo largo del planeta el 9 de septiembre del año pasado, cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, y el jefe de la FIFA, Gianni Infantino, dieron por iniciado en Moscú un viaje que tuvo escalas en 24 ciudades rusas y más de 50 países de los cinco continentes.
Entre el lunes y el jueves, el trofeo será exhibido en el parque Gorki de Moscú.
Horas después del arribo de la Copa a Moscú, el balón que se utilizará en el partido inaugural del certamen, entre Rusia y Arabia Saudí el 14 de junio, regresó a la Tierra a bordo de la cápsula espacial Soyuz MS-07.
Tripulada por el astronauta ruso Anton Shkaplerov, el estadounidense Scott Tingle y el japonés Norishige Kanai, la nave que traía la pelota aterrizó hoy en una estepa de Kazajistán, cerca de la ciudad de Zhezkazgan.
El balón estuvo dos meses a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS), a 400 kilómetros de altura de la superficie terrestre. Hasta allí la llevaron a finales de marzo los tres cosmonautas, que en los últimos días jugaron con ella en la ingravidez.
Tras su regreso a la Tierra en Kazajistán, la pelota será trasladada directamente a Moscú, a unos 2.500 kilómetros de distancia.
En 2014, dos cosmonautas también llevaron al espacio una antorcha (sin llama) de los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi.
A menos de dos semanas para el pitido inicial, el trofeo y la pelota ya acudieron a la gran cita.