En una boda, la forografía es una tarea fundamental. Debemos ser conscientes que las fotos y vídeos son la mejor forma de inmortalizar los recuerdos de una jornada que pasará a ser inolvidable en cuanto finalice.
Los recuerdos quedan grabados a través de imágenes y vídeos, y cuando pasa el tiempo, el mejor modo de recuperar esos sentimientos: la alegría, la emoción, los nervios… es con la ayuda de un buen fotógrafo.
Un buen fotógrafo es el que pasa desapercibido y capta los momentos más íntimos de manera natural, las miradas de compicidad, las emociones. Es él el profesional encargado de que todos esos momentos queden plasmados en las fotografías y vídeos de las diferentes sesiones.
Un ejemplo de buen fotógrafo para bodas en Alicante es gavilafotografia.com, un profesional de la fotografía con 10 años de experiencia especializado en sesiones de boda documental y sesiones infantiles.
Las características de un buen fotógrafo de bodas
Uno de los requisitos indispensables para convertirse en un buen fotógrafo de bodas es desarrollar una alta capacidad de reación y rapidez. En un evento de este tipo ocurren multitud de situaciones que el profesional no debe dejar pasar para captar todos los momentos.
El buen profesional es aquel que siempre se muestra alerta y atento. Obviamente, si se cuenta con un equipo de colaboradores, es mucho más fácil no dejar escapar ninguno de estos detalles.
Un segundo aspecto a cuidar es la calidad. Aunque es habitual que las parejas en la actualidad tengan sesiones preboda, boda y postboda, el fotógrafo o el equipo de fotografía ha de mostrar siempre la máxima calidad en todas las situaciones, incluida la boda, que es cuando menos control tiene sobre la situación, por no encontrarse en un estudio o bajo las condiciones que él desearía.
Si hablamos de la calidad, es también fundamental elegir los fondos más interesantes, los planos, los encuadres, la luz… todo esto conlleva un buen servicio de postproducción, ya que la fotografía es un arte complejo. No basta con tomar buenas fotos, sino que hay que continuar posteriormente con un trabajo intenso de correcciones de color, retoques en la iluminación, eliminación de detalles no deseados, etc.
No es mejor fotógrafo quien menos tiene que editar las fotos, sino quien consigue una mejor foto tras la edición. Es una creencia a evitar la de que la edición de fotos resta valía al profesional.
La libertad para crear
La fotografía es un arte más, y como tal, hay que dejar libertad al artista, en este caso al fotógrafo, para que exprese sus ideas y su forma de hacer llegar a los demás las emociones y sentimientos que se viven en una boda.
A todo fotógrafo hay que dejarle libertad para componer sus encuadres, pues mostrando su creatividad se pueden realizar grandes reportajes fotográficos. No obstante, esto hay que hacerlo atendiendo las posibles indicaciones de los novios, que son los clientes.
Contratar un fotógrafo de bodas no es tarea sencilla, si bien la principal recomendación es apostar por opciones que garanticen calidad y profesionalidad. De ese modo los novios podrán evidenciar en el futuro que la elección fue correcta, recuperando sentimientos y emociones viendo sus imágenes de boda.
Un buen método para conseguir esto es luchar contra el intrusismo laboral en la fotografía, una cuestión que preocupa cada vez más a muchos profesionales.
El intrusismo en fotografía
Cuando se habla de intrusismo en fotografía se hace referencia principalmente a aquellos fotógrafos que, con mayor o menor experiencia en la profesión, y sin dudar de su valía, trabajan sin cotizar ni declarar ingresos. Al no tener que atender estos supuestos, pueden ofrecer tarifas más bajas. Esto supone un grave perjuicio para todos aquellos profesionales que sí cumplen con sus obligaciones fiscales y con el Estado y las administraciones.
Además de esta forma de intrusismo, otra que está apareciendo es la de aquellos aficionados a la fotografía que se animan con esta disciplina. Los fotografos amateur, a menudo, se inician en esta actividad sin exigir grandes tarifas por su trabajo, conscientes de su escasa experiencia como profesionales.
Por estas razones, y para guardar un recuerdo inolvidable de la boda, la mejor opción para inmortalizar todas las imágenes de esa jornada es escoger fotógrafos profesionales y experimentados, esto es, no escatimar en gastos y apostar por servicios de calidad.