Weinstadt (Alemania), 17 abr (dpa) – «Una buena conversación es mucho más valiosa que el sonido de un teléfono móvil o del teclado de un ordenador», reza el mensaje de bienvenida de la web de un hotel de Weinstadt, una pequeña ciudad en el suroeste de Alemania, que decidió prohibir el uso de estos dos dispositivos.
El veto digital afecta, en concreto, a la sala en la que se sirven los desayunos, a la terraza exterior y al restaurante contiguo. En las mesas, además de cartas con menús, unos pequeños carteles alertan a los huéspedes de las originales normas de la casa.
«Somos de la opinión de que el uso del smartphone y del ordenador se nos está yendo de las manos», señala Stéphanie Staudenmayer, directora del hotel. «Queremos que nuestros clientes disfruten de la desconexión digital cuando están hospedados en nuestro hotel», añade.
«Tiempo y tranquilidad, regreso a lo importante», es uno de los lemas de este negocio que abrió sus puertas en 1992 en esta pequeña localidad cercana a Stuttgart y de menos de 30.000 habitantes.
Los avisos en su página web así como en las mesas del hotel no han surtido, en ocasiones, el efecto deseado y más de una vez los empleados han tenido que llamar la atención a alguno de los huéspedes.
«Seguramente reciben muchos comentarios de clientes que dicen ‘allí me siento muy a gusto'», indica por su parte Daniel Ohl, portavoz de la asociación de hostelería de la región de Baden-Würtemberg, donde está enclavado el hotel.
«Que se pida a los comensales que no llamen por teléfono cuando están sentados a la mesa es cada vez más habitual en restaurantes de categoría», explica a renglón seguido.
No obstante, la estancia en el hotel de Weinstadt no está reñida con mantener el contacto con amigos o seres queridos a través de las redes. Tanto en las habitaciones como en la entrada principal hay conexión a internet y los clientes pueden aprovechar estos espacios para comunicarse digitalmente.