Londres/Mánchester, 11 abr (dpa) – Tras su explosión de furia ante el árbitro Mateu Lahoz, Josep Guardiola debió seguir desde la grada los goles de Mohamed Salah y Roberto Firmino y la eliminación de su Manchester City en la Liga de Campeones. Una imagen poco feliz para el técnico de un equipo que brilló durante casi toda la temporada y que en una semana vio estropearse buena parte del trabajo realizado.
En cuestión de seis días, el City puso fin a su sueño de levantar la anhelada Champions al perder 3-0 y 2-1 ante el Liverpool. En el medio, cayó 3-2 en el clásico ante el Manchester United en un encuentro en el que contó con ventaja de dos goles, por lo que debió posponer su celebración del título en la Premier League.
«La posibilidad más concreta del Manchester City de reinar en Europa se desvaneció en media hora de descontrol en Anfield y las consecuencias de dos minutos de auto-inmolación de Guardiola en el Etihad Stadium», analizó el diario «The Guardian» las claves de la serie que el Liverpool ganó por un global de 5-1 al City.
La diferencia pudo haber sido algo exagerada, pero se explica en la capacidad del conjunto «red» para aprovechar los momentos de desconcierto del rival. «El Liverpool capitalizó sus oportunidades con la frialdad de un cirujano», señaló «The Independent», que criticó en cambio cierta liviandad de los futbolistas del City a la hora de afrontar los momentos decisivos.
Guardiola cosechó elogios de la prensa por su planteo de este martes, que le permitió adelantarse rápidamente a través de Gabriel Jesus y anotar luego un segundo tanto (Leroy Sané) que fue incorrectamente invalidado por Lahoz. La decisión hizo explotar con cierta razón al técnico del City, a quien hoy la UEFA le abrió un expediente disciplinario. Sin embargo, los motivos de la eliminación no radican únicamente allí.
Los medios ingleses recordaron también la primera media hora de juego en Anfield, en la que el Liverpool anotó sus tres goles la semana pasada. «El arquitecto de este brillante equipo también es el responsable de esta eliminación», evaluó «The Telegraph». «Guardiola ha pifiado por completo la semana pasdada en Anfield».
El «Manchester Evening News» consideró «una pena para el espectáculo que un gol absolutamente regular, y posiblemente decisivo en el desarrollo de juego haya sido invalidado». Sin embargo, medios como «The Guardian» consideraron que la reacción de Guardiola fue «ridícula» y «evitable» y terminó desenfocando a su equipo en la segunda etapa, en la que el Liverpool otra vez no perdonó.
El técnico «red», Jürgen Klopp, dijo que podía entender la frustración de Guardiola. «Puedo entender que Pep no estuviera feliz con el gol anulado. Pero creo que a lo largo de los dos partidos hemos merecido pasar a la siguiente ronda. Hemos anotado cinco goles a un equipo como el City y apenas recibimos uno. Estos números no son muy comunes ante el City».
Sea por culpas propias o ajenas, el técnico catalán sumó una nueva decepción a su currículum europeo, un terreno en el que no consigue pisar firme desde que dejó el Barcelona. Tres años consecutivos quedó eliminado en semifinales de la Champions con el Bayern Múnich y con el City debió decir adiós en octavos y cuartos de final en las dos últimas temporadas.
Este año, el City parecía que reunía las condiciones para dar finalmente el golpe en Europa. Reforzado con millonarios fichajes, el equipo de Guardiola exhibió durante meses un nivel superlativo de juego y resultados que lo dejaron a las puertas del título en la híper-competitiva Premier League. A ello se sumó el trofeo de la Copa de la Liga, con una inesperada eliminación ante el Wigan en la FA Cup como único lunar de la temporada hasta la semana pasada.
La eliminación ante el Liverpool suma ahora una nueva mancha, mucho más notoria. «Hemos tenido diez meses fantásticos, excepcionales. Debemos recuperarnos mentalmente para los seis partidos que nos quedan», pidió el martes Guardiola una vez que felicitó al Liverpool y acabó con sus críticas a Lahoz.
Con 13 puntos de ventaja a falta de seis fechas, el título de la Premier no parece en riesgo para el City. Sin embargo, el equipo de Guardiola tal vez deba esperar un poco para asegurarlo matemáticamente. Para conseguirlo este fin de semana, deberá vencer el sábado al Tottenham de visitante y esperar al día siguiente un tropiezo de Manchester United ante el colista West Bromwich Albion.
Una semana después, el City tendrá una oportunidad más clara para celebrar cuando se enfrente al Swansea. Entonces, tal vez haya amainado un poco el dolor de otra eliminación europea.
Por Simon Cambers y Philip Dethlefs (dpa)