Madrid/Barcelona, 11 abr (dpa) – El Barcelona soñaba con el «triplete» y regresó de Roma con una eliminación sorprendente de la Liga de Campeones al perder por 3-0 ante el cuarto clasificado de la Liga italiana para sumar su tercera caída consecutiva en cuartos de final.
Analistas e hinchada buscan hoy culpables a lo que la prensa calificó unánimemente como «fracaso histórico» y todos los estamentos del club aparecen señalados por el tremendo golpe. A continuación, algunos nombres propios y factores de la caída.
1. ERNESTO VALVERDE: Los elogios al trabajo del entrenador en toda la temporada -permanece invicto en la Liga española y jugará la final de la Copa del Rey- se transformaron en serias críticas por la gestión del equipo y su planteamiento ante la Roma.
«Vamos a acabar perdiéndola», dijo Andrés Iniesta a Sergi Roberto antes de comenzar la segunda parte ante la Roma. Y así sucedió. Valverde no corrigió nada, ni en el descanso ni durante el partido, y hoy el diario «Sport» aseguró que el técnico «envió el peor mensaje que se puede lanzar desde un banquillo: miedo a atacar, miedo a ir a por el partido, miedo a ser grandes».
2. LIONEL MESSI: Como todo su equipo, estuvo desaparecido en Roma. En las tres últimas eliminaciones del Barcelona en cuartos de final de la Liga de Campeones -ante Atlético de Madrid, Juventus y Roma-, el argentino no hizo un solo gol en seis partidos.
Messi se marchó de la actual edición de la Liga de Campeones con un balance de seis goles en diez partidos. Pero es que el siguiente máximo anotador del Barcelona fue una figura fantasma: el equipo azulgrana contó cinco tantos en propia puerta de los adversarios.
Una sola Liga de Campeones en siete años parece un pobre balance para un club millonario que presume de tener a uno de los mejores futbolistas de la historia.
3. EL PLANTEL: Nadie supo asumir el mando en los momentos más bajos de Messi. Si la pasada temporada apareció Neymar como «salvador» en la eliminatoria ante el Paris Saint-Germain, aunque a la postre no sirvió de nada, en esta campaña nadie más tomó el testigo.
Luis Suárez hizo un solo gol en el torneo y fichajes como Ousmane Dembélé, Paulinho, Nelson Semedo o Yerry Mina fueron en el mejor de los casos actores secundarios para Valverde. Mientras, el Barcelona se gastó unos 160 millones de euros (120 más 40 en variables) en un fichaje como el de Philippe Coutinho, que no podía jugar en Liga de Campeones al haber participado ya con el Liverpool. Un equipo que sí está en semifinales, por cierto.
4. LA DIRECTIVA: El Barcelona invirtió más de 800 millones de euros en refuerzos durante los últimos cinco años, pero pocos dieron un paso adelante para ser titulares de un equipo que parece seriamente desgastado y sin recambios de utilidad salvo los casos de Marc-André Ter Stegen y Samuel Umtiti.
El conjunto titular se fue haciendo mayor y la directiva no encontró recambios para Carles Puyol, Dani Alves o Xavi Hernández. Tampoco para Andrés Iniesta, quien a sus 33 años sigue sin competencia a pesar de poder estar viviendo sus últimos días de azulgrana. «La caída en Roma desnudó el deficiente plan que los capataces habían rumiado en verano», recordó hoy el diario «El Mundo».
5. LA PLANIFICACIÓN: Mientras el Real Madrid lo apuesta todo a la Liga de Campeones -conquistó tres de las últimas cuatro ediciones- y trabaja con la mente puesta en llegar a marzo o abril en plenitud de forma, el Barcelona llegó fundido a este tramo vital de la temporada.
Tiene la Liga española en el bolsillo y jugará la final de la Copa del Rey, pero lo de Roma será difícil de olvidar. Sus seguidores se encomiendan a que el Real Madrid no gane la Liga de Campeones para trasladar al club blanco la sensación de fracaso.
Por Alberto Bravo (dpa)