Sydney, 11 abr (dpa) – El distribuidor del robot de cocina Thermomix en Australia tendrá que hacer frente a una multa de 4,6 millones de dólares (3,5 millones de dólares de EEUU o 2,8 millones de euros) por vender productos defectuosos que sabía que podían causar heridas a los consumidores.
El año pasado las autoridades de protección al consumidor de Australia comenzaron una investigación sobre el robot de cocina TM31 de Thermomix después de que al menos 14 usuarios sufrieran quemaduras por líquidos ardiendo por un cierre defectuoso.
Thermomix reconoció haber contravenido cuatro leyes de protección al consumidor. Se trata de infracciones graves y que pusieron en riesgo a un gran número de consumidores, señaló el tribunal, que consideró probado además que la firma engañó al público sobre la seguridad y se negó a reembolsar el dinero.
Pese a conocer el riesgo potencial de que hubiese heridos, la compañía siguió vendiendo y promoviendo el producto entre el 7 de julio y el 6 de septiembre de 2014 y no notificó a sus clientes el problema de seguridad hasta dos semanas más tarde.
La Comisión de Competencia y Consumo de Australia (ACCC) aseguró que el distribuidor local, Thermomix in Australia (TiA), envió un correo electrónico alertando del problema al fabricante alemán del producto, Vorwerk, el 7 de julio de 2014, por lo que es de suponer que conocían la situación incluso antes de esa fecha.
En esos tres meses hasta que el producto fue retirado, el distribuidor australiano vendió 9.443 modelos de TM31. La ley australiana establece que ante un defecto de funcionamiento una empresa tiene que alertar a los consumidores en 48 horas.