Berlín/Washington, 6 abr (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, viajará a Estados Unidos para reunirse en Washington con el presidente Donald Trump, confirmó el viceportavoz de la Casa Blanca, Hogan Gidley.
La fecha y otros detalles para la «próxima visita» aún no están definidos, dijo Gidley a periodistas camino a West Virginia, donde Trump iba a asistir a un encuentro sobre la reforma impositiva.
Más temprano, el diario sensacionalista alemán «Bild» informó que la fecha de la visita será el 27 de abril. No obstante, el periódico dijo que la fecha no fue confirmada oficialmente. En caso de que finalmente sea ese día, será poco después de la visita ya confirmada a Washington del presidente francés, Emmanuel Macron.
La visita de Merkel se producirá en un momento de plena escalada de tensión entre Estados Unidos y China a cuenta de la política comercial impulsada por Trump, que ha anunciado la imposición de aranceles de un 25 por ciento a productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares.
La pasada semana, Merkel y su homólogo estadounidense debatieron sobre aranceles durante una llamada telefónica en la que ambos sugirieron cooperar para contrarrestar las políticas comerciales chinas.
Trump y Merkel hablaron de «unir fuerzas para contrarrestar las injustas prácticas económicas de China y la adquisición ilegal de propiedad intelectual», apuntó un comunicado de la Casa Blanca en ese entonces.
Una declaración del Gobierno alemán indicó, por su parte, que Merkel llamó durante la conversación telefónica a un proceso de diálogo entre la Unión Europea y Estados Unidos sobre políticas de comercio.
Esta será la segunda vez que la dirigente germana acuda a la Casa Blanca desde que el multimillonario empresario es presidente.
Su primera visita oficial tuvo lugar en marzo del año pasado, casi dos meses después de que Donald Trump asumiese la jefatura de Estado en Estados Unidos, y pasó a la historia por el fallido apretón de manos entre los dos líderes.
En un momento de la reunión en el que Merkel le pidió a Trump estrecharse las manos ante la insistencia de los fotógrafos, el presidente estadounidense no reaccionó al pedido, causando un gesto de sorpresa en la canciller. El incidente se interpretó en aquel momento como una señal de las complicadas relaciones entre ambos.
Antes de asumir la presidencia, Trump criticó en varias ocasiones la política migratoria de Angela Merkel y también el déficit comercial que Estados Unidos mantiene con el país europeo.
Las relaciones entre los dirigentes, no obstante, parecieron normalizarse posteriormente y en la cumbre de los países del G20 celebrada en julio del año pasado en Hamburgo, Merkel y Trump dieron cuenta de mayor sintonía personal ante los medios de comunicación aunque evidenciaron sus diferencias en temas comerciales y de defensa del medio ambiente.