La presidenta de FORO y portavoz en asuntos de Sanidad de la Junta General del Principado de Asturias, se refirió esta mañana a que “el déficit de pediatras en muchos centros de salud del Área IV, con cabecera en Oviedo, conlleva un sobresfuerzo para los profesionales para no mermar la atención a nuestros niños”.
Cristina Coto denuncia que “el caos organizativo en la Sanidad es tal que obliga a los pediatras de Atención Primaria a afrontar con su esfuerzo situaciones insostenibles, con una enorme carga de trabajo, en ocasiones doblando cupos de cartillas, viéndose obligados a soslayar las actividades prevención y promoción de salud”.
Y en relación al Área Sanitaria IV, que tiene su cabecera en Oviedo, advirtió que “con vacantes en Ventanielles y Otero, a la que se añadirá una más por la mala organización de la OPE, pediatras saturados doblando cupos en Siero y cuatro médicos de familia cubriendo plazas de pediatría de Atención Primaria, el Consejero falta a la verdad cuando ‘vende’ su compromiso con esta especialidad”.
Mientras todo esto sucede en la actualidad, “el futuro es preocupante una vez que se avecinan en este área un buen número de jubilaciones a las que se unirá una baja y una profesional que se va a otra comunidad autónoma donde le ofrecen mejores condiciones que en Asturias, no habiendo previsto los responsables ninguna medida excepcional”, añadió Cristina Coto.
“Es gravísimo –continuó la presidenta de FORO- que dispongamos de profesionales interesados en cubrir estas plazas pero no se les de la oportunidad, obligándoles el SESPA a irse a otras comunidades o a la sanidad privada. Esta situación tiene un culpable: la Consejería de Sanidad que, avisada de lo que pasaría con su OPE que beneficiaba a los pediatras de hospital, no hizo nada para remediar la situación, aumentando la precariedad en la pediatría de Primaria, generando una desorganización impropia que ni han querido ni han sabido solucionar, obligando a huir a nuestros profesiones a otras comunidades u otros ámbitos, donde sí se les valora. Es un verdadero drama en un contexto de competencia por estos profesionales”.
Por todo ello, Cristina Coto se pregunta “¿cuánto más tendremos que oír falsas promesas y buenas palabras? Es vital la movilización de los padres contra este atropello”.