Fráncfort, 16 mar (dpa) – El Deutsche Bank, el mayor grupo bancario de Alemania, incurrió el pasado año en pérdidas que ascendieron a 735 millones de euros (905 millones de dólares), según informó la propia entidad hoy desde Fráncfort al dar a conocer sus resultados anuales auditados.
Las mermas registradas son mayores de lo que el banco preveía inicialmente y lo abocan a encadenar su tercer año consecutivo en números rojos. Todavía en el mes de febrero, el Deustche Bank estimó sus pérdidas para 2017 en unos 497 millones de euros al dar a conocer sus cifras provisionales.
La razón principal de esta desviación en el cálculo se debe, según el grupo bancario, a un efecto contable derivado de los reclamos tributarios en el Reino Unido. Los malos resultados, no obstante, no evitarán que los empleados del banco alemán reciban alrededor de 2.300 millones de euros en gratificaciones.
El presidente del Deustsche Bank, John Cryan, recalcó hoy que sigue trabajando para volver a situar al banco en la zona de beneficios. «Reafirmamos nuestro objetivo de volver a generar ganancias en 2018. Mientras tanto hemos sentado las bases para explotar el potencial de nuestro banco», apuntó.
Los accionistas de la entidad recibirán un dividendo por acción de 11 céntimos para 2017. Por su parte, la cúpula del Deustche Bank, integrada actualmente por doce directivos, se repartirá un total de 29,2 millones de euros por el ejercicio del año pasado. Cryan se embolsará 3,4 millones de euros.
La entidad, con sede en Fráncfort, arrastró el pasado año pérdidas netas que ascendieron a 497 millones de euros (621 millones de dólares), que se suman a los reveses sufridos en 2016, cuando las pérdidas del banco fueron de 1.400 millones de euros, y en 2015, cuando registró su peor resultado histórico por valor de 6.800 millones de euros en negativo.
La mala situación financiera que desde hace años arrastra el grupo bancario germano le ha llevado a poner en marcha una profunda reestructuración que ha incluido el cierre de numerosas oficinas tanto en Alemania como en el extranjero, sobre todo en países de Latinoamérica.
De forma paralela a la remodelación de su negocio, el mayor banco alemán se enfrentó en los últimos tiempos a numerosos procesos judiciales que han desembocado en el pago de multas millonarias y que han contribuido a lastrar su cuenta de resultados.