La llegada del semáforo hace más de cien años ha contribuido significativamente a la seguridad vial. Entretanto, el desarrollo tecnológico y la llegada del coche autónomo hace necesario modificar la organización vehicular. Así también el semáforo adquirirá otras funciones, aunque algunos expertos incluso se preguntan si en el futuro no serán eliminados por completo.
Cuando en 1914 aparecieron en Clevenland, Estados Unidos, los primeros semáforos eléctricos para regular el tránsito todavía circulaban por la calles carros tirados por caballos. Como los coches iban a poca velocidad bastaban dos colores: rojo para frenar y verde para avanzar.
En tanto, en Alemania se instalaron los primeros semáforos en 1924, en el Postdamer Platz en Berlín. En aquel momento, la velocidad había aumentado y se hizo necesario añadir un tiempo adicional de transición entre los dos colores ya existentes. Así surgió el amarillo.
Desde los años 1980 el tránsito se regula electrónicamente. De esta manera, los semáforos se pueden adaptar a las distintas situaciones del tránsito y climáticas. Los semáforos conectados en red permiten controlar mejor el flujo de vehículos.
Actualmente se están llevando a cabo pruebas en las que los automóviles están coordinados con semáforos para facilitar la llamada onda verde y una conducción amigable con el medio ambiente.
¿No llegará entonces el día en que los autos interconectados harán superflua la existencia de semáforos?
«Tal como hasta ahora, también en el futuro los semáforos seguirán regulando el tránsito en cruces importantes de calles y pasos de peatones», señala Christopher Gerhard del Instituto Alemán de Caminos y Carreteras (BASt).
Lo mismo opina Philipp Hahn, de la empresa Siemens. Los semáforos cumplirán la misma función que en el presente, que es «informar a los conductores cuándo deben parar y cuándo pueden continuar».
Aproximadamente el 90 por ciento de los semáforos en Alemania funcionan de manera inteligente. En algunas ciudades también los autobuses y los tranvías pueden influir en el cambio de luz de los semáforos.
Los medios de transporte públicos tienen preferencia sobre los vehículos particulares y avanzan más rápidamente. Cuando un medio de transporte público se acerca a un semáforo emite automáticamente una señal a una central de tránsito, que activa la señal verde de paso.
En un futuro cercano habrá semáforos que le indicarán a los autos cuando comienza la fase verde, adelanta Hahn. De esta manera la unidad de control de motor (ECU) podrá sincronizar las funciones de arranque del auto de tal modo que permita reducir el ruido y el consumo.
A mediano plazo, los semáforos enviarán información directamente a los teléfonos inteligentes. Servirá también como advertencia para no videntes o para niños que caminan distraídos mirando su móvil. Una aplicación le indicará si el semáforo está rojo.
«En algún momento, la interconectividad entre los autos podría hacer prescindibles los semáforos», opina Hahn. Sin embargo, según el experto las señales seguirán siendo necesarias dado que no todos los peatones o los niños estarán conectados a una red.
Fabricantes como Audi, BMW o Mercedes están trabajando en sistema de comunicación sin luces. Actualmente se está investigando el sistema de comunicación Car-to-X, que utiliza comunicaciones inalámbricas de telefonía móvil de alta velocidad, UMTS y GPRS y GPS. Esto permite una comunicación rápida y en tiempo real entre los vehículos.
Hoy en día ya circulan en Estados Unidos miles de autos interconectados de Audi, que reciben información de los semáforos en tiempo real, como por ejemplo la duración de la fase verde. Si de antemano se sabe cuando un semáforo se pone rojo o verde es probable que la conducción sea más relajada, opinan los expertos.
Por Fabian Hoberg (dpa)